El reciente caso de Andrea Gloria Rojas Murillo, esposa del guitarrista de Virus, Julio Moura, puso en el foco en los riesgos el sadomasoquismo. Según la autopsia, Murillo murió por ahorcamiento, lo que generó especulaciones sobre si se trató de un juego sexual que terminó de manera accidental.
Aunque las autoridades continúan investigando, el entorno cercano a Moura planteó de que este desenlace fatal esté relacionado con prácticas de asfixia erótica, una variante del sadomasoquismo que implica la restricción temporal de la respiración para intensificar el placer sexual.
La asfixia erótica, aunque practicada por muchas personas, es extremadamente peligrosa. Según expertos, el riesgo de pérdida de conocimiento repentina, asfixia accidental, daño cerebral irreversible o muerte es alto.
andrea rojas murillo julio moura virus(3).jpg
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Gonzalo Petit Bosnic, el fiscal de la causa mencionó que «las pericias psicológicas se realizarán el 10 y el 13 de enero, en la asesoría pericial de La Plata».
Por otro lado, explicó que está tratando de confirmar el consentimiento mutuo de la práctica sexual que terminó con la muerte de la pareja del implicado. Asimismo, agregó que se llevarán a cabo «análisis de teléfonos, informes psiquiátricos y toxicológicos de ambos para evaluar el contexto».
En tanto, tras ser consultado por la detención de Moura, el letrado respondió: «No será imputado por la falta de pruebas que se están intentando recopilar». Por último, aseguró que dada por terminada la pericia será citado a declarar por la realización de las prácticas sadomasoquistas.
julio moura
¿El sadomasoquismo es considerado un trastorno mental?
El sadomasoquismo no es considerado una parafilia clínica, a menos que su práctica lleve a distrés o discapacidad significativa para un diagnóstico. De manera similar, el sadismo sexual dentro del contexto del consentimiento mutuo, conocido generalmente bajo el título de BDSM, se distingue de los actos no-consensuales de violencia sexual o agresión.
En caso contrario, puede ser indicativo de trastorno mental o el resultado de emociones humanas como el odio, la venganza e incluso ciertas concepciones arcaicas de la justicia. Estamos, pues, ante una polisemia con matices de significado claramente diferenciados.
Embed