La central obrera deja avanzar medidas de fuerza por actividad, pero monitorea el humor social ante el ajuste. Los movimientos sociales y los partidos de izquierda buscan recuperar centralidad y presionar el segundo paro general en la era Milei.
Tras el primer paro general al presidente Javier Milei, la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) redefinió la estrategia. Mientras dilata la definición a una segunda convocatoria, acompaña medidas de fuerza por sectores y monitorea de cerca el humor social. Este miércoles habrá paro de trenes y el jueves en Sanidad, y los docentes esperan que el Gobierno los cite a la paritaria nacional esta semana para garantizar el inicio de las clases.
En paralelo, las organizaciones sociales preparan un nuevo plan de lucha “contra el ajuste”, para la semana próxima en las calles. Lo anunciarán este jueves en una conferencia de prensa en el Obelisco. La intención es recuperar centralidad pese a la vigencia del protocolo antipiquetes y presionar a la CGT para que convoque a un nuevo paro general, esta vez por 72 horas.
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En este contexto de creciente conflictividad social, la central obrera busca posicionarse como referente en temas que van más allá de lo gremial. Este martes acompañó a La Bancaria en su lucha contra la privatización del Banco Nación, pero también difundió un comunicado en rechazo a la visita a las Islas Malvinas del ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron.
También sigue de cerca lo que pueda suceder en el Congreso con el megadecreto de Milei, que incluye un capítulo laboral, hoy judicializado. En la Cámara de Diputados ya se conformó la comisión que deberá analizarlo y en el Senado fueron varias las presentaciones del bloque de Unión por la Patria para que la vicepresidenta Victoria Villarruel convoque a una sesión para tratarlo.
Paros por sectores
Con salarios que corren de atrás a la inflación, las negociaciones paritarias cada vez son más complicadas. El gremio de La Fraternidad, liderado por Omar Maturano, iniciará este miércoles un paro de trenes por 24 horas, que afectará a todas las líneas y también a los ferrocarriles de carga. Es por la falta de propuesta salarial por parte del Gobierno, pero también crece la preocupación por la privatización.
Según el gremio, la medida de fuerza responde a “la falta de discusión paritaria y de propuesta salarial adecuada a la inflación galopante que deteriora los haberes -que gozan de carácter alimentario- del personal de conducción de trenes, causándoles daños irreparables”.
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Pero no es el único conflicto en puerta. El gremio de Sanidad -liderado por Héctor Daer, integrante del triunvirato de la CGT- parará este jueves “frente a la intransigencia de las cámaras empresariales”, explicó el sindicalista. Los servicios que se verán afectados este jueves alcanzarán a la atención en clínicas, sanatorios y hospitales privados, así como en laboratorios y geriátricos. En todos los casos, la asistencia será únicamente ante urgencias.
Además, ATE rechazó el 12% de aumento salarial para febrero que hizo el gobierno nacional y esta semana podría anunciar un plan de lucha; lo mismo que los gremios docentes, que esperan la convocatoria a la paritaria nacional antes del jueves, cuando definirían si comienzan o no las clases.
Sin embargo, este martes, los cuatro sindicatos docentes confederados en la CGT (UDA, SADOP, AMET y CEA) confirmó la decisión de “ir al paro”, mientras el gremio más grande CTERA -adherida a la CTA- todavía no lo anunció. “Estábamos esperando que el gobierno convoque a los trabajadores y que se dignifique la tarea del docente. Pero no es de su interés, entonces tenemos la decisión tomada de hacer un paro nacional en el inicio de clases”, alertó el secretario General de la UDA, Sergio Romero.
Para salir de la encrucijada, entre responsabilizar a las provincias del salario docente y la presión gremial para que convoque a la paritaria nacional, el Gobierno evalúa declarar a la educación como servicio esencial, de manera de quitar la posibilidad de paro a los sindicatos. La medida forma parte del mega DNU, pero dentro del capítulo laboral que frenado por la Justicia.
Los piqueteros vuelven a las calles
Si bien en el primer paro general contra Milei piqueteros y gremios marcharon juntos al Congreso, con el avance de medidas por sectores, las organizaciones sociales se desmarcan y preparan su propio plan de lucha, que, una vez más, desafiará el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich.
Lo anunciarán este jueves a las 10:00 en una conferencia de prensa en el Obelisco. Denuncian que la medida de fuerza responde al “ajuste en el que más de 44.000 comedores populares no reciben un kilo de alimentos y ante la falta de diálogo y respuesta del Gobierno, que ha llevado al desabastecimiento de los comedores comunitarios en este contexto crítico”.
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“Con un índice de pobreza de casi el 60%, una inflación del 20,6% en enero y una interanual del 254,2%, con una licuación del poder adquisitivo generalizada frente a estos brutales aumentos, que incluyen alimentos, transporte, medicamentos, alquileres, etcétera, el Gobierno decide eliminar la última barrera de contención que tienen las familias más empobrecidas, la asistencia alimentaria”, advirtieron en un comunicado.
Todas las críticas apuntan a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. “Ya quedó demostrado que no les molesta la intermediación, les molesta la organización y el poder popular y el de la clase obrera. Les molesta la justicia social y la lucha por nuestras reivindicaciones, conjuntamente con los trabajadores de los sindicatos. No les tiembla el pulso para sacarle la comida del plato a millones de familias”, cerraron.