La producción de Gran Hermano está bajo un intenso escrutinio. Varios ex participantes del popular reality, reunidos en LAM, expusieron un patrón de maltrato sistemático y actitudes despectivas atribuidas a una productora específica. Las denuncias abarcan desde exclusiones arbitrarias hasta comentarios denigrantes, impactando seriamente la experiencia de los concursantes.
Keila Sosa relató «no querer ir a GH por los malos modos o la violencia de una productora». Fue «separado de los chicos» y excluido de fotos por ella, quien dijo: «No, vos no… te fuiste por la giratoria». Kiki lamentó la falta de disculpas o «reconocimiento«.
Otros «hermanitos» y sus familiares también sufrieron «mucha falta de respeto». Luciana Maidana y sus compañeros compartieron experiencias de «malos modos» de esta «muy maleducada» productora. Por su accionar, «hubo mucha gente que no volvió por ella».
Las agresiones incluyen denigraciones directas. Julieta Poggio recordó que le dijo «no te pongas tan linda, porque no vamos a ir a la alfombra roja» en los Martín Fierro. También «echó a mi estilista» y «trató a todos mal». Este patrón, que «viene hace un montón«, busca «el único fin de denigrar».
LOS MALTRATOS A LOS EX GH
Esta situación ha llevado a que «muchos compañeros que no van para no cruzarse con esa persona». El problema es constante, «nos pasa todo el tiempo«, afectando incluso «a los hermanitos de este año». Los ex concursantes admiten que, al salir, es difícil «plantarse«, pero las nuevas generaciones «ya no se lo bancan de la misma manera».
Las voces en LAM evidencian una problemática interna persistente en la producción de Gran Hermano. La constante «mala educación» de una misma productora, conocida entre ellos, genera incomodidad. Los ex participantes esperan acciones concretas y un reconocimiento, ante la ausencia de disculpas y el continuo «se tiran la bola» por parte de la producción.