lunes, 21 abril, 2025

Un ataúd simple y una tumba fuera del Vaticano: el papa Francisco rompió tradiciones al organizar su funeral

El Papa Francisco, fallecido a los 88 años, no será enterrado con la mayoría de sus predecesores en las catacumbas ubicadas debajo de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.

Rompiendo con una tradición milenaria, a finales de 2023, el líder de la iglesia católica había revelado que «ya había preparado» su tumba en una basílica romana.

Se trata de la Basílica de Santa María la Mayor, en el barrio romano del Esquilino, lo que refleja su veneración a un icono de la Virgen María que se encuentra allí, la Salus populi Romani (Salvación del pueblo de Roma).

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Después de cada viaje, Francisco iba a esta basílica a rezar ante la pintura de estilo bizantino que presenta una imagen de María, vestida con una túnica azul, sosteniendo al Niño Jesús, quien a su vez sostiene un libro dorado adornado con joyas. Realizó más de 100 visitas.

A finales de 2023, el Papa Francisco había revelado que «ya había preparado» su tumba en una basílica romana.

A diferencia de todos sus antecesores de los últimos 400 años, Francisco no será enterrado en El Vaticano.

La iglesia es una de las cuatro principales basílicas papales, aunque Francisco no será el único pontífice que es enterrado allí, ya que siete de sus antecesores, desde Honorio III en 1216 hasta Clemente IX en 1669, encontraron en ‘La Maggiore’ su última morada.

Desde que se terminó de construir la Basílica de San Pedro en 1626, 24 de los 31 papas que reinaron hasta el momento -más de tres cuartas partes- fueron enterrados en sus grutas.

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El último antecedente de entierro papal fue el de Benedicto XVI, quien renunció al papado en 2013 y murió en diciembre de 2022.

Su cuerpo, colocado en tres ataúdes, incluido uno hecho de plomo, anidados uno dentro del otro, fue velado dentro de la Basílica de San Pedro y luego fue enterrado en la misma tumba que hasta 2011 fue ocupada por su predecesor Juan Pablo II, fallecido en 2005.

El cuerpo del Papa Francisco será velado durante dos días. Su féretro se ubicará abierto en el altar de la Basílica de San Pedro.

Durante el funeral del Papa emérito Benedicto XVI, en enero de 2024, su cuerpo se exhibió sobre un catafalco custodiado por la Guardia Suiza.

La tapa de madera del ataúd externo de Benedicto XVI estaba decorada con una sencilla cruz de metal, el emblema de su papado de casi ocho años y una inscripción en latín que señalaba que había vivido 95 años, ocho meses y 15 días cuando murió el 31 de diciembre de 2022.

La inscripción también registra la fecha en que terminó su papado, el 28 de febrero de 2013, y se convirtió en papa emérito.

En el ataúd, también se colocó un relato escrito de su papado histórico conocido como rogito. Las monedas acuñadas durante su pontificado y sus estolas de palio, la prenda religiosa que se usa sobre las túnicas del Papa, también se colocaron en el ataúd.

Pero en una nueva ruptura con la tradición, el papa Francisco reeditó el ‘Ordo Exsequiarum Romani Pontificis‘ (‘Ritos fúnebres del Romano Pontífice’) que actualizó los ritos funerarios papales originalmente aprobados por el Papa Juan Pablo II.

El cuerpo de Benedicto XVI fue colocado en tres ataúdes, incluido uno hecho de plomo, anidados uno dentro del otro.

Francisco solicitó nuevos protocolos sobre cómo mover el ataúd del papa a otro lugar de entierro, para facilitar su propio traslado a Santa María la Mayor

De acuerdo con el nuevo protocolo, en lugar de ser velado en un catafalco en San Pedro, el cuerpo de Francisco descansará en su ataúd, que permanecerá abierto y expuesto al público hasta la noche anterior a su funeral.

Francisco solicitó nuevos protocolos sobre cómo mover el ataúd del papa a otro lugar de entierro, para facilitar su propio traslado a Santa María la Mayor. En la parte final de la ceremonia, el cuerpo ya no se colocará dentro de los tres ataúdes hechos de ciprés, plomo y roble, lo que hará que el ritual sea mucho más corto.

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Las nuevas reglas también proporcionan pautas para enterrar a los papas que eligen no ser enterrados en la Basílica de San Pedro, el lugar de descanso tradicional. Además, el tradicional cortejo en el Palacio Apostólico se eliminó en la nueva reforma, y solo habrá una vigilia sobre el cuerpo en lugar de dos.

En «El sucesor: mis recuerdos de Benedicto XVI», un libro de entrevistas con el periodista español Javier Martínez-Brocal, Francisco expresó su disgusto por la fanfarria de las prácticas utilizadas durante los funerales papales y declaró que le gustaría que su propio funeral «fuera como el de cualquier otro cristiano».

Atento a la simplicidad que deseaba en vida, Francisco decidió que será enterrado en un solo ataúd de madera forrado de zinc, a diferencia de su antecesor. Entre otros de los cambios más notables en el funeral, la liturgia no se referirá al pontífice por sus antiguos títulos y usará principalmente las palabras latinas para «papa», «obispo» y «pastor».

DS/fl

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