Antes de estar con Mauro Icardi, la China Suárez vivió un breve pero intenso romance con Franco Colapinto, piloto de automovilismo. La actriz viajó a Madrid para verlo, y pronto aparecieron videos de ellos juntos. Tan fuerte fue el momento que ella se tatuó el número 43, que representa al piloto. Sin embargo, cuando comenzó su relación con Icardi, decidió cubrirlo con una corona.
Pepe Ochoa, panelista de LAM, contó que Icardi se enteró de esta historia y no le gustó nada. “Una persona me pasó chats de un grupo donde está uno de los mejores amigos de Colapinto, que es mexicano”, explicó. Según esos mensajes, la China habría dado el primer paso desde una cuenta secundaria, escribiéndole al piloto.
“La China le dijo: ‘¿No me vas a empezar a chamullar?’. Pero Franco, que es medio tímido, no reaccionó rápido”, detalló Ochoa. A pesar de eso, ella insistió, le dio una fecha y le escribió: “Me saco pasaje, voy a Madrid”. Según el panelista, Colapinto no la invitó porque, aunque es muy talentoso, no tiene suficiente dinero para grandes gastos.
La actriz tomó la iniciativa y se encargó de todo: pagó su pasaje, reservó una suite de lujo en el hotel Emperador y planeó todo el fin de semana. “Cuando él llegó al hotel, ella lo estaba esperando directamente en bolas en la cama”, reveló Ochoa. Durante esos días, la China organizó cada detalle, incluyendo las salidas y las comidas.
En los chats, Suárez también le habría prometido al piloto que cuidaría la relación. “Le dijo que la habían llamado de todos lados, pero que no iba a exponer nada”, agregó el periodista. Según Ochoa, ella manejó toda la situación y pagó todos los gastos mientras disfrutaban juntos del tiempo que compartieron.
El romance entre ellos fue breve y terminó cuando Mauro Icardi apareció en la vida de la actriz. Aunque fue algo pasajero, esta historia sigue dando de qué hablar, especialmente por los detalles que salieron a la luz sobre cómo la China llevó adelante este encuentro.