Un hombre de 36 años fue asesinado este lunes por la noche en la localidad bonaerense de Batán en medio de una pelea con el hijo de su ex pareja. La víctima, identificada como Gabriel Alcántara, murió tras recibir una puñalada en el pecho que le provocó la muerte en pocos minutos. El imputado, de 20 años, dio su versión de los hechos y afirmó haber actuado en defensa de su madre.
El hecho ocurrió frente a una vivienda ubicada en la zona de Lucio Varela y Eva Duarte de Perón, en el barrio El Colmenar. Según fuentes del caso, el fallecido había mantenido una relación sentimental con la madre del joven acusado que estuvo marcada por la violencia: ella incluso llegó a denunciarlo ante la Justicia y aunque en el pasado había estado vigente una restricción de acercamiento contra Alcántara, la medida ya había quedado sin efecto.
Así, ayer se presentó en su domicilio, donde se desató una fuerte discusión. Si bien las circunstancias exactas que originaron la pelea todavía no están claras, las fuentes consultadas por Infobae señalaron que podría haberse tratado de un nuevo episodio relacionado con violencia de género. Lo concreto es que, en medio del altercado, el hijo de la mujer, identificado como I.R., intervino y confrontó a Alcántara.
De esa manera se desató un enfrentamiento que continuó hasta que, a unos 100 metros de la vivienda, Alcántara recibió la puñalada fatal. Medios locales señalaron que, antes de morir, la víctima logró llamar al 911 para denunciar que había sido atacado, pero los médicos que llegaron en una ambulancia del SAME constataron su fallecimiento en el lugar.
La policía detuvo a I.R. en la escena del crimen y secuestró el arma. Tras ser trasladado a la comisaría octava, el joven fue acusado del delito de homicidio simple, que contempla penas de entre 8 y 25 años de prisión.
Este martes, el joven fue indagado por el fiscal Fernando Berlingeri, a cargo de la investigación. Según pudo saber este medio, durante la audiencia el acusado afirmó que su intención no era matar a la víctima y aseguró que todo ocurrió en el marco de un forcejeo. Explicó en su declaración que Alcántara había comenzado a romper objetos dentro de la casa y a intentar golpear a su madre, lo que lo llevó a enfrentarlo con un cuchillo de cocina.
Mientras los investigadores trabajan para determinar si esta versión se ajusta a los hechos, el joven quedó alojado en la Unidad Penal N°44 de Batán.
Los cuerpos de Orlando Alegre, de 60 años, y Manuela González, de 59, fueron hallados en avanzado estado de descomposición en su vivienda de la localidad de Juan José Castelli, provincia de Chaco.
La pareja fue asesinada con un objeto contundente, identificado como un palo de madera de fabricación casera, similar a un bate de béisbol. Las autoridades señalan a Rubén Alejandro Pérez, un empleado de confianza del matrimonio, como el principal sospechoso del doble crimen.
De acuerdo con las investigaciones iniciales, el ataque habría ocurrido el sábado pasado en la casa de las víctimas, ubicada en el barrio Norte, donde también operaba su pequeño negocio de fabricación de alpargatas. El arma homicida, un palo de madera de aproximadamente 40 centímetros de largo, fue encontrado en la escena del hecho con manchas de sangre.
Los resultados preliminares del análisis forense revelaron que Alegre sufrió múltiples golpes en la espalda, el rostro y la parte frontal del cráneo, mientras que González presentaba lesiones en la región occipital.
Rubén Alejandro Pérez, de nacionalidad uruguaya, era una persona cercana y de confianza para las víctimas, ya que trabajaba en el emprendimiento de calzado de la pareja y vivía con ellos. Sin embargo, el día del doble crimen Pérez habría tomado un autobús con destino a la ciudad de Buenos Aires, lo que lo coloca como el principal sospechoso y actualmente prófugo de la justicia.