“El que no conoce a Dios a cualquier santo le reza…”, así dice un viejo proverbio. Y si de Dios se habla es imposible no mencionar a Diego Armando Maradona; el más mortal de todos, el de la ausencia más ruidosa… o simplemente el Pelusa.
En cada lugar del mundo Diego dejó su huella y es amado por millones de personas. De Villa Fiorito a conquistar Nápoles sin escaldas y a saber cuánto pesa la Copa del Mundo; esa misma que ganó en 1986 en el Estadio Azteca.
En definitiva, los párrafos y las palabras quedan cortas a la hora de tratar de describir a Maradona; y quienes siempre lo tienen presente con sus hijas, Gianinna y Dalma, recreando un hermoso momento en uno de los shows de Los Piojos.
La mítica banda de rock nacional que recreó su vuelta a los escenario, el domingo pasado se presentó en el Estadio Único de La Plata y allí estuvo Dalmita… como le gustaba llamarla a Diego. Vestida como un piojo más, al momento de sacarse la máscara todo se vino abajo.
Pero la sorpresa más emotiva se la terminó llevando Andrés Ciro Martínez, cuando la hija del Diez le otorgó una camiseta muy especial. La misma que su papá usó en Nápoles fue la que le obsequió al cantante, que no evitó emocionarse.
Pasado el mítico tema de “Maradó, Maradó”, el público comenzó a entonar la canción popular y que tanto le gustaba a Armando, de “el que no salta es un inglés”, y allí Dalma también se sumó a saltar junto a cientos de almas que coreaban el nombre de Diego.