El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) lanzó una nueva calculadora de inflación para determinar la suba de precios de bienes y servicios que consume cada hogar, con base en los precios relevados por el organismo. La nueva herramienta ya se encuentra disponible aquí.
La misma permite que cada persona pueda ver cómo se refleja la evolución de los precios en sus consumos, debido a que muchos «tienen la sensación de que los datos sobre inflación se elaboran en una oficina de estadísticos sin ningún vínculo con la vida real», señaló el organismo estadístico.
«Con la calculadora del IPC se tendrá una aproximación más certera de las variaciones de precios de una canasta de consumo individual con relación a la del total de los hogares que promedia el IPC nacional», agregó.
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Según el INDEC, «frecuentemente se utiliza al IPC como sinónimo de lo que cuesta vivir, pero sucede que las personas pueden variar sus consumos con el paso del tiempo. Por ejemplo, en un hogar que consume 3 kg de carne vacuna por mes podría variar la proporción de este alimento si lo reemplaza por carne de cerdo, según la evolución de los precios de cada uno».
«El término técnico costo de vida que se incorporó a nuestro lenguaje cotidiano contiene elementos subjetivos que surgen de la forma en la que el consumidor cambia su canasta personal de consumo para satisfacer sus necesidades y mantener un determinado nivel de bienestar», agregaron.
Para el organismo, cuando un artículo aumenta de precio, su impacto es diferente según el consumo del hogar, porque depende de la cantidad consumida con relación a su gasto general (hábito de consumo).
Variaciones de consumo según los hogares
Las canastas de los hogares varían, entre otros factores, por el diferente nivel de ingresos del hogar. Por ejemplo, los hogares de ingresos bajos gastan más en alimentos que en servicios, a diferencia de los hogares de ingresos altos.
Por otra parte, hogares de ingresos más bajos gastan una proporción mucho mayor de su canasta en alimentos para consumir dentro del hogar, mientras que los hogares de ingresos más altos tienden a gastar una proporción mayor que otros grupos en restaurantes.
A lo largo del país, también cambia mucho la proporción de hogares que pagan alquiler: en CABA, por ejemplo, alrededor del 35% de los hogares alquilan, mientras que en Santiago del Estero solo lo hace el 7%.
Otras diferencias entre los hogares de distinto nivel de ingresos se observan en los gastos en transporte y artículos recreativos.
Los hogares de bajos ingresos no gastan una proporción muy grande de sus ingresos en transporte privado, como comprar o alquilar autos y pagar el combustible y el seguro; y gastan una proporción menor de sus ingresos en recreación y ocio y comunicación, con excepción de la telefonía celular.
LM / Gi