El mismo día que había sido hallado el cuerpo de Sofía Delgado en un descampado junto a un camino rural en Ricardo, cerca de Rosario, en la localidad de Libertad, partido de Merlo, en territorio bonaerense, había sido encontrado el cuerpo de Xoana Edith Escobar a quien costó identificar a raíz del estado de descomposición.
El cuerpo de Escobar, de 34 años, fue hallado doce horas más tarde que el cadáver de la joven, de 20 años, que había desaparecido en la ciudad de San Lorenzo, el 30 de octubre pasado.
Según fuentes policiales, la víctima del segundo femicidio fue encontrada en un tambor de 200 litros en un baldío situado cerca del cruce de las vías del ferrocarril Belgrano Sur y Triunvirato, cerca de un arroyo.
Debido al estado de descomposición de cuerpo, a los peritos de la División Policía Científica de la policía bonaerense les tomó 24 horas identificar a la víctima. Para ello, el Ministerio Público había ordenado el cotejo de las huellas dactilares del cuerpo con las improntas digitales y descripciones de las denuncias de averiguación de paradero de mujeres radicadas en la zona durante los últimos meses.
Así fue como se determinó que pertenecía al último caso notificado de una mujer desaparecida en la zona, Xoana Edith Escobar. De acuerdo a la denuncia, Escobar habría sido vista por última vez el martes pasado, mientras esperaba el colectivo en la ruta 1001, frente al Barrio 17 de Octubre, en la localidad de Rafael Castillo, en el partido de La Matanza. Sus familiares indicaron que, aparentemente, Escobar se dirigía a encontrarse con su expareja.
Si bien Escobar había sido vista en la parada de colectivos de Rafael Castillo, su familia radicó la denuncia en la comisaría de González Catán, debido a que dicha seccional tiene jurisdicción en la casa donde vive, en la avenida Calderón de la Barca.
La última actividad del celular de la víctima y de su tarjeta SUBE se había registrado el martes, a las 18.40. Después de ese momento no hubo ningún movimiento más de la mujer. Con esos datos, la fiscal a cargo de la Unidad Temática de Violencia de Género del Ministerio Público, de Morón, María Rueda, debió cotejar las huellas del cuerpo hallado dentro del tambor de 200 litros, en Libertad, y determinó que se correspondían con las de Escobar.
Tras ello, la mirada de los investigadores se posaron la expareja, identificado como David Alberto Juárez, de 38 años. Los efectivos de la policía bonaerense, luego de tareas investigativas, obtuvo información fidedigna respecto a la ubicación del sospechado. El mismo se escondía en el interior de un campo situado en la Ruta 1001 y Medina.
Allí, los uniformados logran avistarlo y comenzó una persecución a pie entre la vegetación hasta que lograron detener al presunto femicida.
En los últimos cuatro meses, tres mujeres desaparecieron en distintos puntos del país, en circunstancias disímiles. Y sus familias no cesan en su reclamo para saber qué fue de ellas. Se trata de Verónica Jordán, Nallely García Servin y Luciana Muñoz desaparecieron en circunstancias aún no esclarecidas. La situación ha generado una fuerte movilización social, con familiares y allegados exigiendo respuestas, mientras las autoridades investigan cada caso bajo la presión de la incertidumbre y el paso del tiempo.
La desaparición de Verónica Fabiana Jordán, financista de 54 años de Río Grande, Tierra del Fuego, ha dejado a su familia y a la comunidad con más preguntas que respuestas. Lo último que se sabe de ella es que fue captada por una cámara de seguridad el 3 de octubre, caminando sola por el barrio CAP durante la madrugada.
Su familia, en declaraciones a LA NACION, expresó que desde aquella noche no han recibido información oficial ni avances concretos en la investigación, y describen esta falta de noticias como “desgarradora”. En busca de apoyo, han solicitado la colaboración de la sociedad a través de las redes sociales y los medios, con el respaldo del activista Juan Carr, para visibilizar el caso y mantener activa la búsqueda.
La policía y el Juzgado de Instrucción N°1 de Río Grande han centrado sus esfuerzos en las áreas costeras del río Grande y han llevado adelante múltiples allanamientos en propiedades relacionadas con la inmobiliaria de Verónica, que ahora también está bajo investigación debido a denuncias de fraude. Estos operativos, realizados bajo la supervisión de la jueza a cargo, incluyeron la incautación de documentos y otros elementos en la sede de la inmobiliaria y en propiedades vinculadas a ella. La policía local informó a este medio que la documentación secuestrada podría ayudar a arrojar luz sobre las actividades de la empresa, pero, hasta el momento, no se han encontrado pruebas directas sobre el paradero de Verónica.
Nallely García Servin, de 15 años, desapareció el 23 de octubre en la localidad de Pico Truncado, Santa Cruz. Según información proporcionada a este medio por la policía provincial, la adolescente fue dejada por su madre en el instituto de inglés al que asistía, pero nunca ingresó a clases. En cambio, fue captada subiendo a la camioneta de su padrastro, Juan Ignacio Apaza, quien luego fue acusado de privación ilegítima de la libertad. La madre de Nallely ya había presentado una denuncia contra Apaza, tras descubrir indicios de una posible relación amorosa entre él y la adolescente.
Fuentes judiciales señalaron a LA NACION que Apaza y Nallely habrían dejado Pico Truncado el mismo día de su desaparición, y que la camioneta del sospechoso fue captada en controles de seguridad en las provincias de La Pampa y Córdoba, sugiriendo una ruta hacia el norte del país. En consecuencia, el juez Leonardo Cimini, a cargo del caso, emitió una orden de captura nacional para Apaza, y las fuerzas de seguridad han intensificado los operativos en la provincia de Salta, donde reside la familia del sospechoso.
Desde el Ministerio de Seguridad de Santa Cruz indicaron a LA NACION que el caso está siendo tratado como “prioritario” y que no se escatimarán recursos para localizar a la joven. Las fuerzas policiales están colaborando con Missing Children y el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU), mientras que todos los puestos fronterizos del país han sido alertados para evitar una posible salida internacional del sospechoso con la menor.
Además de los operativos en territorio argentino, la Interpol ha sido notificada para sumar esfuerzos en el seguimiento del caso en las fronteras de los países vecinos.
La desaparición de Luciana Muñoz, una joven de 21 años de Neuquén, ha sumido a su familia y a la comunidad en una angustia constante desde el 13 de julio, día en que fue vista por última vez tras salir de la casa de su abuela, con quien vivía. Según información proporcionada a este medio, Luciana había ido a encontrarse con un joven, quien luego confesó que había pasado la noche con ella. Desde entonces no se ha vuelto a tener noticias de la joven.
En el marco de la investigación, Maximiliano Avilés, expareja de Luciana, fue detenido y acusado de falso testimonio y de entorpecer la investigación. Las autoridades señalaron que las declaraciones iniciales de Avilés no coincidían con las imágenes de las cámaras de seguridad ni con testimonios adicionales. Según confirmaron fuentes judiciales a LA NACION, las últimas imágenes conocidas de Luciana la ubican caminando sola en una intersección de las calles 8 de Diciembre y 1 de Enero, en la madrugada del día en que desapareció.
Desde entonces, la policía ha intensificado los esfuerzos de búsqueda, llevando a cabo múltiples operativos de rastrillaje en zonas de difícil acceso, terrenos baldíos y áreas cercanas a ríos. En estas tareas han colaborado unidades de otras provincias, reforzando los recursos locales. Hasta el momento, sin embargo, no se han hallado rastros que puedan dar indicios sobre el paradero de Luciana.
En respuesta a la presión pública y al pedido desesperado de la familia, el gobierno de Neuquén incrementó la recompensa a 100 millones de pesos para quienes puedan aportar información concreta y verificable que permita esclarecer el caso. Además, se han realizado manifestaciones y marchas en Neuquén, convocadas por familiares, amigos y organizaciones sociales, exigiendo respuestas y avances en la investigación. “Cada día sin noticias es una herida abierta”, expresó la madre de Luciana durante una de las manifestaciones, reclamando mayor compromiso de las autoridades.
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