Tomás Frutos
Roma, 4 nov (EFE).- El luso Rafael Leao es un jugador un tanto particular, un verso libre en Milán. Tiene todas las condiciones para ser decisivo, pero no siempre lo aprovecha. Perseguido por la crítica de los medios, mantiene su estatus de estrella pese a su suplencia en los últimos 3 partidos de Serie A. Ante el Real Madrid, en uno de los clásicos más relevantes del fútbol europeo, tiene una oportunidad gigante de redención, de consagración y de reivindicación.
En una lista de los jugadores más decisivos del fútbol italiano actual no puede faltar Rafael Leao. Sin embargo, esta temporada no está rubricando números a la altura de las expectativas que genera. Solo 1 gol y 3 asistencias. Todo empañado por una aparente relación tensa con su compatriota Paulo Fonseca, su entrenador, que le ha puesto contra las cuerdas pero que, salvo sorpresa, contará con él de inicio ante el combinado blanco.
Si bien Leao puede decidir partidos por sí mismo, es un jugador que no atiende en demasía a esquemas o planteamientos. Funciona de otra manera, le gusta aparecer por dentro o descolgarse, y sus potentes conducciones en diagonal en ocasiones le sacan de posición. Con Stefano Pioli en el banquillo, formó una banda izquierda mortal con el francés Theo Hernández que ganó el ‘Scudetto’ en 2022. Con Fonseca, por el momento, está en su peor momento como milanista.
Ha sido suplente en las últimas tres jornadas, pero ya había sido señalado en más de una ocasión por el técnico. Ante el Lazio, en agosto, le dejó en el banquillo por el bajo nivel que había mostrado en un partido ante el Parma y el luso, cuando salió al campo en el minuto 70, no se acercó al banquillo para la pausa de hidratación, provocando un cisma en el seno del combinado milanista.
Fue la primera señal de distanciamiento. El resto ha sido progresivo. Menos minutos poco a poco hasta las tres suplencias seguidas. Y declaraciones del técnico dirigidas de manera indirecta al jugador hablando de sacrificio, intensidad…
Eso sí, en los tres partidos de Liga de Campeones ha sido titular. Jugó todo ante el Bayer Leverkusen y Liverpool y más de una hora ante el Brujas. En el reformado Santiago Bernabéu, Fonseca apunta a no jugársela sin su estrella, capaz de lo mejor en esta competición en la que ya ha brillado.
A Leao parece que siempre se le exige más que al resto. Quizá por su aparente chulería a la hora de caminar, de correr. Quizá por su altanería en determinadas ocasiones, por su aparente poca desesperación cuando falla una ocasión.
Pero lo cierto es que Leao se echó al Milan a la espalda en uno momento más importantes de la historia reciente del club. Porque en cuartos de final de Liga de Campeones 2022-23, el combinado ‘rossonero’ se midió a un Nápoles aparentemente invencible por un puesto en semifinales, una utopía en aquel momento que perseguía desde hacía 16 años y que Leao convirtió en realidad.
Asistió en el partido de ida y asistió en el partido de vuelta. Especial fue su participación en el Diego Armando Maradona, en el duelo decisivo, con una jugada mágica.
Esa noche, la del 18 de abril de 2023, fue el claro culpable de que el Milan se reencontrara con su propia historia en la Liga de Campeones, esa competición que ha levantado en siete ocasiones pero en la que llevaba sin alcanzar las semifinales desde 2007.
Lo consiguió a lo grande. Con una jugada maradoniana que inició en el centro del campo. Dos zancadas y se quitó a Ndombele. Otras dos y Di Lorenzo estaba atrás. Dos más y Rrahmani estaba en el suelo neutralizado. Tres rivales en pocos segundos, movimiento solo a la altura de unos elegidos. En área rival tuvo, además, la calma y la clarividencia para elegir bien y ceder a un Giroud que no tuvo nada más que empujarla. Leao llevó al Milan a semifinales en una eliminatoria individual perfecta.
No pudo rendir al máximo en la siguiente ronda mermado por unas molestias. De hecho se perdió el partido de ida. Pero dejó claro que tenía el potencial para brillar en los mejores escenarios.
Este martes, ante el Real Madrid, en el Santiago Bernabéu, el verso libre del Milan tiene ante sí una oportunidad única para volver a brillar en ‘Champions’, para volver a exhibir su calidad, su poderío físico. Para volver a ser el jugador decisivo e intocable que fue hasta hace solo unos meses. EFE