Imágenes de un bosque y cantos de pájaros interactúan con sus palabras, sus reflexiones profundas y bromas. En el salón inmersivo (así se lo llama) creado para presentar su nueva serie, Julieta Cardinali y Federico D’Elía lucen eso que ilumina a los actores de carrera: una mezcla de entusiasmo, profesionalismo y disfrute. Ellos son los protagonistas de Un León en el bosque, la nueva coproducción de Flow, Kuarzo e Idealismo Contenidos, que se estrena el 14 de noviembre, con guión y dirección de Mariano Hueter, y producida por Martín Kweller
Julieta Cardinali y Federico D’Elía cumplen la función de promocionar su trabajo, pero a la vez exhiben la química que se creó en el elenco, y no eluden tomar una postura sobre la política cultural del gobierno.
A lo largo de 8 episodios, Un León en el bosque cuenta la historia de una familia que lucha contra el sistema luego de que su hijo León, de 9 años, fue desplazado del colegio debido a que presenta una condición del espectro autista.
“Había trabajado hace muchísimos años con Maru Mosca, que es la productora ejecutiva. Ella me llamó porque tenía una propuesta para hacerme. Me dijo que era una serie que se iba a filmar mitad en Pinamar y mitad en ciudad de Buenos Aires. Lo primero que se me cruzó por la cabeza era que no podía hacerlo, porque estaba empezando a ensayar la obra No tiene un desgarrón (adaptación dirigida por Rita Cortese de Heldenplatz, el clásico del austríaco Thomas Bernhard). Estaba muy sumergida en los ensayos y me preparaba para el estreno. Pero Maru insistió, me dijo que le deje mandarme los libros. Y después, si quería, le decía que no”, dice Cardinali.
Y continúa: “Leí la historia y me mató. La llamé y le dije: ‘Estoy adentro Maru’. Iba a ver de qué manera, cómo me organizaba, porque me pareció una historia necesaria, conmovedora, realista”.
A su lado, Federico D’Elía interviene: “Julieta no se pudo resistir por la historia y porque trabajaría conmigo (Bromea). Y yo tampoco me pude resistir. La trama me pareció divina, pero sólo cuando estuve seguro de que había arreglado Julieta, en ese momento acepté… (Risas)”.
El actor de Los Simuladores explica, ahora en serio, porqué se enganchó con la idea de actuar en esta serie. “Yo lo conocía a Mariano (Hueter), había hecho con él El mundo de Mateo. Siempre me gustó su onda, sus ganas y su deseo de hacer. En esta etapa lo agarramos más hacedor, por eso ya sabía más o menos con lo que me iba a encontrar”.
Y agrega: “El tema que se plantea en Un León en el bosque, sumado a hacerla en Pinamar y salir de la lógica de grabar en un estudio de la ciudad, todo eso me enganchó. Por supuesto, tenía muchos miedos con respecto a la temática, que fue lo que planteé. Pregunté si estaban asesorados. Porque se trataba de abordar un tema muy delicado”, afirma D’Elía sobre la serie que además protagonizan Carolina Kopelioff, Julián Cerati y Lucio Elie, elenco al que se le suman Guillermo Arengo, Valentina Bassi, Raúl Rizzo y María Leal.
Cómo fue interpretar a padres de un hijo autista
Cardinali y D’Elía ya habían trabajado juntos en la tira Caín y Abel (Telefe, 2010) y en Maradona: Sueño bendito (2021), serie en la que Julieta interpretó a Claudia Maradona y Federico al preparador físico de Diego, Fernando Signorini. “En esos trabajos nos cruzamos, pero no se parece en nada a lo que vivimos en esta serie”, coinciden.
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Trailer de «Un león en el bosque»
-¿Para componer sus personajes se contactaron con padres de niños autistas?
Cardinali: Varias amigas tienen hijos con autismo. Y antes de empezar a filmar, una vez que acepté este proyecto, empecé a investigar con más profundidad qué les pasa a esas mamás.
D’Elía: Yo también tengo amigos que tienen hijos autistas, aunque me agarré mucho de lo que dice el libro. Me interesó el desgaste que sufren estos padres. Y me pregunté: si a mí me sucediera esto, qué me pasaría…
Ambos actores tienen hijos adolescentes: Julieta es madre de Charo (17), fruto de su relación con Andrés Calamaro. Por su parte, Federico tiene con su mujer, la periodista Déborah Cosovschi, tres hijos: Teo (23), Juan (21) y Miranda (16).
-¿Nunca les pasó que alguno de sus hijos manifestara algún comportamiento que los haya hecho sospechar de que podrían tener autismo?
D’Elía: La verdad es que eso nunca me pasó, pero obviamente cuando te llaman del colegio y te dicen que alguno de tus hijos dibujó algo y no puso el suelo, por ejemplo, te planteás si tiene que ir a un psicólogo. Desde ese lugar te empezás a preocupar y a ocupar.
Cardinali: Lo que sucede es que hay un montón de grados de autismo, es enorme el espectro.
D’Elía: Hay gente que ni se entera de que es autista. Y a lo mejor reciben el diagnóstico ya de grandes. Pero quiero hacer énfasis en lo bueno que tiene la serie, que lo voy masticando ahora: pone la lupa en una familia, una mujer con su marido, sus dos hijos, uno de ellos es autista y el otro no. Y todo lo que sucede alrededor de ellos durante 15 días…
Qué pasa con la película de “Los Simuladores”
Julieta Cardinali viene de hacer la película Linda, junto a Eugenia “La China” Suárez. Además se subió a los escenarios porteños con la obra No tiene un desgarrón, con la cual ahora saldrá de gira.
Por su parte, Federico D’Elía sigue respondiendo la pregunta del millón: ¿Cuándo se estrena la película de Los Simuladores?
Él cuenta: “El proyecto está parado, pero no tiene que ver con la situación de la Argentina. Es un tema de presupuestos pero no algo de este país. Paramount+ paró la producción en casi todo el mundo. Las plataformas se están reorganizando, pensaban que a partir de la pandemia íbamos a estar frente a una pantalla toda la vida. De golpe se dieron cuenta de que no es así».
Y cierra: «La pregunta de qué pasa con Los Simuladores es más para Paramount, porque tiene que ver con la inversión y cómo generar recursos para producir la película. Nosotros estamos esperando. Está el libro, hay muchas cosas hechas, pero está parado”, afirma el actor que protagonizó la icónica serie junto a Alejandro Fiore, Diego Peretti y Martín Seefeld, dirigido por Damián Szifron.
Visibilizar el autismo sin miedos ni prejuicios
Sumergirse en la temática del autismo fue un desafío para ambos. Tenían miedo de que se incurriera en clichés o que la información de lo que le sucedía al personaje de León (el hijo de 9 años en la ficción, interpretado por Lucio Elie), estuviera bien chequeada e investigada.
Cardinali: Cuando me enteré que lo que cuenta la historia estaba totalmente chequeado por especialistas y madres de autistas, me quedé tranquila. Es importante también enfocarse en el desgaste que tienen esos padres. Mi personaje se entera de que su hijo es autista cuando tiene un año y medio, porque empezaron a notar que no miraba a los ojos, que tenía movimientos distintos. Todo el entorno enfrenta el desafío. De hecho, la serie habla de esta familia que se va a buscar tranquilidad a otro lado, a Pinamar, como si esa tranquilidad estuviese en un lugar…
D’Elía: Y cuanto más te alejás del mundo donde hay más posibilidades para afrontarlo, a veces es peor.
-También habrán sido muy rigurosos a la hora de expresarse: teniendo en cuenta que el autismo no es una enfermedad, sino (como dicen muchos especialistas) una condición de vida, una forma distinta de ver las cosas.
D’Elía: Igualmente, creo que debemos permitirnos confundirnos con las palabras, mientras no haya mala leche para decir las cosas. Y siempre que se tenga empatía.
Cardinali: Todos estamos aprendiendo sobre un tema que no conocemos, entonces esta serie también viene a visibilizar algo que está presente en un montón de familias…
D’Elía: Mientras sea con respeto hay que animarse, porque si tenés miedo no vas a preguntar, no te vas a inmiscuir. Y no vas a tratar de entender de qué va la cosa. Igual no se trata de bajar línea, sino de visibilizar el tema.
Cardinali: Muchos padres, como los de esta serie, no saben cómo hacer las cosas, y van aprendiendo cada día. No son unos genios, a veces se equivocan y siguen adelante. A mí es la experiencia que me dio la maternidad: poder entender que uno va aprendiendo sobre la marcha, aunque a veces sienta culpa y que no puede más…
La “no-grieta” frente a la política cultural
-¿Qué opinan de las críticas a los discursos politizados de muchos actores en la última entrega de los Martín Fierro de Cine y Series?
Cardinali: Me parece que cada uno puede expresarse como quiera…
D’Elía: Está bueno que se expresen los Francella y los Briski, como los Echarri, porque de ese debate vamos a sacar conclusiones. A veces se habla mucho, pero se profundiza poco. Todos queremos tener razón, pero para mí lo que nos une es la idea de que no podemos barrer con todo.
Cardinali: En eso hay coincidencias.
D’Elía: Estoy muy de acuerdo con que revisen el INCAA, pero en lo que no estoy de acuerdo para nada es con que lo cierren. Es una diferencia enorme. Decir que alguien se hace rico porque la plata va al INCAA y no a los pobres es mentira. En todo caso, si algo no funciona, revisémoslo, pero no se puede cerrar. Y además nos están haciendo muy mala fama a los actores…
Cardinali: Es muy injusto…
D’Elía: Nos ponen a todos en la misma bolsa. Yo repito siempre lo mismo: no soy K. Pero tampoco me pueden encasillar con lo contrario, porque me cuesta mucho creer en alguien. A pesar de eso, pongo las manos en el fuego por un montón de actores, ¿y viste que ahora está de moda no poner las manos en el fuego por nadie? Pero yo las pongo, sobretodo por los actores que son más atacados. Aunque muchas veces estén equivocados, tienen una convicción y me parece genial que la defiendan.