Los primeros centros de votación comenzaron a cerrar en la costa Este de los Estados Unidos y el mundo está en vilo esperando los resultados de una elección histórica. En la noche del martes -y la madrugada del miércoles-, todas las miradas estarán puestas en los estados que, históricamente, han decidido el destino de la Casa Blanca. Son los estados indecisos, bisagra o “swing states”.
Pero aunque los resultados comiencen a llegar, el pueblo norteamericano -y el resto del planeta- no sabrá de inmediato quién se convertirá en el próximo presidente, pero sí tendrá una idea de lo ajustada que será la batalla y cuánto tiempo podría prolongarse antes de conocer al ganador definitivo. En el centro de esta pugna se encuentran la vicepresidenta Kamala Harris y el ex presidente Donald Trump, quienes aparecen igualados en las encuestas en casi todos los estados clave.
El primer estado en cerrar sus urnas será Georgia, a las 7 p.m., hora del Este. Poco después, a las 7:30 p.m., le seguirá Carolina del Norte. Ambos territorios serán cruciales para medir el tono de la noche. Con la mayoría de los votantes ya habiendo emitido su voto de manera anticipada, se espera que estos primeros resultados se reporten rápidamente, proporcionando un anticipo de si la contienda se decidirá por pequeños márgenes -como anticiparon todas las encuestas- o si podría ser algo más concluyente.
Aunque es posible que la mayoría de los votos en estos dos estados estén contados para la medianoche, su significado podría ser determinante. Si Harris logra abrir una ventaja allí, sus opciones para alcanzar los 270 votos electorales se ampliarán considerablemente. Por el contrario, si Trump lidera o la competencia sigue ajustada, las expectativas se trasladarán hacia los estados de la región del “Muro Azul”: Pensilvania, Michigan y Wisconsin.
La batalla electoral no estaría completa sin destacar el papel central de los estados del llamado “Muro Azul”. Históricamente, estas regiones han sido determinantes en las últimas elecciones presidenciales, y tanto la campaña de Kamala Harris como la de Donald Trump consideran a Pensilvania como un estado imprescindible.
El cierre de las urnas en Pensilvania será a las 8 p.m., hora del Este, pero los resultados definitivos podrían tardar en llegar. La ley estatal no permite comenzar a procesar las papeletas enviadas por correo hasta el mismo día de la elección, lo que significa que el conteo podría prolongarse más allá del martes por la noche.
En Michigan, donde las urnas cierran a las 9 p.m. hora del Este, la situación podría ser más ágil este año gracias a recientes reformas que buscan acelerar el proceso de conteo. Sin embargo, hay antecedentes que sugieren que incluso con estas mejoras, solo la mitad de los votos fueron contados antes de la medianoche en elecciones pasadas, como las de 2020 y 2022. Por su parte, Wisconsin también podría extender el conteo hasta altas horas de la noche, con un cierre de urnas a las 9 p.m.
Para Trump, el mejor escenario posible se materializa con victorias en Pensilvania, Georgia y Carolina del Norte. Por otro lado, Harris busca asegurar Pensilvania junto con Michigan y Wisconsin, creando un camino hacia la Casa Blanca que, si se concreta, dejaría a Trump sin muchas opciones. Pero si los resultados en estos estados permanecen inciertos, las esperanzas podrían desplazarse hacia el oeste, lo que podría hacer que el desenlace electoral se prolongue incluso por días.
El conteo de votos en los estados del “Muro Azul” no es una tarea sencilla, y es un aspecto que puede influir en cuánto tiempo tardará el país en conocer el resultado final de las elecciones presidenciales. Pensilvania es quizás el ejemplo más significativo de este desafío. La legislación estatal actual no permite que los trabajadores electorales comiencen a procesar las boletas enviadas por correo hasta el mismo día de la elección. Esto incluye no solo la apertura de sobres, sino también la verificación de las firmas y la preparación de las papeletas para el conteo. Como resultado, el proceso puede ser extremadamente laborioso, y los observadores anticipan que el conteo podría extenderse mucho más allá del martes.
En Michigan, las autoridades han introducido reformas destinadas a acelerar el conteo de votos, pero no hay garantía de que esto resolverá completamente los retrasos. Las experiencias pasadas muestran que el estado ha enfrentado dificultades para completar el conteo antes de la medianoche, especialmente en años de alta participación electoral como 2020 y 2022. Aunque las reformas recientes podrían mejorar la velocidad, se espera que los resultados sigan llegando de manera gradual durante la noche.
Wisconsin, otro estado decisivo, también tiene sus propios desafíos. Aunque las urnas cierran a las 9 p.m. hora del Este, el estado ha experimentado en el pasado conteos prolongados, con la posibilidad de que los resultados completos se demoren hasta bien entrada la madrugada. Además, como es común en los estados donde se utiliza de manera significativa el voto por correo, las demoras pueden verse exacerbadas por el proceso necesario para contar cada voto correctamente.
La dependencia de los votos por correo también juega un papel crucial en los estados del oeste, como Arizona y Nevada, donde las urnas cierran a las 9 p.m. y 10 p.m. hora del Este, respectivamente. Ambos estados tienen un historial de depender en gran medida de las papeletas enviadas por correo, lo que significa que el conteo podría prolongarse durante varios días. En elecciones recientes, esta dependencia ha causado importantes demoras, lo que obliga a los candidatos y al público a esperar pacientemente resultados precisos.