Fue goleada en Victoria por la tercera fecha
En una actuación convincente que lo coloca como uno de los animadores del torneo, el equipo de Costas vapuleó al de Domínguez con tantos de Martirena, Adrián Martínez, Salas y Quintero de penal.
Racing vapuleó 4-0 este viernes a Tigre en Victoria, por la tercera fecha de la Liga Profesional. El Matador tuvo una noche negra ante su gente, en un ambiente muy caldeado.
El resultado dejó temporiamente en la cima al equipo de Gustavo Costas, que irá con el ánimo por las nubes este martes de local contra Sportivo Luqueño por la Copa Sudamericana, en busca de quedar también primero en el Grupo H.
La Academia se puso en ventaja rápidamente tras una gran acción de Urzi por izquierda, un atajadón de Zenobio y el posterior rechazo de Marchese que no alcanzó, porque luego de un nuevo rebote la pescó Gastón Martirena y el uruguayo -que ya había convertido la fecha pasada en la goleada ante Argentinos Juniors- venció la resistencia del arquero local.
Tigre reaccionó y tuvo una sucesión de llegadas. Primero Maroni probó con un disparo chanfleado desde afuera del área que salió apenas afuera. Luego el que tuvo dos ocasiones fue el paraguayo Armoa: un cabezazo exigido tras centro de Ortega que fue a las manos de Arias y un remate de larga distancia que no prosperó.
Pero Racing tiene una ofensiva temible y un gran centro de Salas ante dos adversarios fue bajado dentro del área por Urzi y coronado de media vuelta por Adrián Martínez, uno de los artilleros del certamen.
En el inicio del complemento, una habilitación de Rojas para Salas hizo temblar un poste y enseguida, con Tigre muy jugado en ataque, la Academia volvió a golpear: «Maravilla» Martínez metió un pase bárbaro en cortada para que el propio Maximiliano Salas definiera con jerarquía, dejando despatarrado al arquero local.
El Matador quedó aturdido y Almendra casi lo deja nocaut, aunque éste seguía madurando a partir del nerviosismo y las imprecisiones del conjunto de Sebastián Domínguez. Y ante un rival impotente llegó el penal de Lomónaco a Urzi que el colombiano Juan Fernando Quintero, quien jugó los últimos 20 minutos, cambió por gol.
Fue el golpe de gracia para Tigre, que -pese a que el colombiano Roger Martínez le hizo precio, ya que tras su ingreso le anularon dos conquistas por offside- sufrió su quinta caída consecutiva y en la próxima fecha debe visitar a River.