Autobombo laboral en LinkedIn: la tiranía de la marca personal online

Internet y la dinámica de las redes sociales hicieron que, casi sin importar donde se trabaje (desde ejecutivos a empleados, a CEO de empresas hasta emprendedores), parezca una misión imposible escapar a la construcción y mantenimiento de una marca personal online. Para algunos, la tarea puede implicar actualizar periódicamente su perfil de LinkedIn con novedades de la compañía, capacitaciones o noticias de su industria, para otros crear un Instagram con engagement y atractivo, pero dejar la “huella digital laboral” en las redes parece ser un objetivo laboral más.

En el caso de las empresas, emerge una cierta presión “sutil” para muchos ejecutivos relacionada a estar presentes y activos en la red laboral estrella: LinkedIn.

“Se espera que todos realicemos un trabajo de autopromoción y marca personal y esa presión es mayor cuando se trata de empleados y grandes corporaciones”, plantea un artículo de la publicación Vox referido a cómo crece la exigencia del llamado “auto-bombo laboral” y la resistencia de muchas personas a caer en él.

Para Randstad es una realidad que hasta hace algunos años solo se compartían en LinkedIn algunas notas de interés, búsquedas y cambios de roles mientras que hoy es el canal de promoción y visualización donde cada vez más las organizaciones “se animan a impulsar a expertos digitales y de comunicación para posicionarse y lograr ser más atractivas como marca empleadora a través de la voz de sus embajadores”, explica Alejandro Servide, director de Professionals, RPO & Technologies de la consulta.

Desde Mi Bucle, firma que trabaja junto a las empresas para contar su historia de forma innovadora y atraer talento, señalan que en un programa de embajadores, las personas que participan deberían querer hacerlo genuinamente y recibir las herramientas y la guía adecuada. “No conviene forzar a alguien que no le interesa o no quiere hacerlo. La empresa debe establecer límites claros sobre qué información se puede compartir y asegurarse de que los empleados se sientan cómodos y respetados en su derecho a la privacidad”, apunta Brenda Gendin, fundadora y CEO de la firma.

Pero cuando la gestión de la marca personal de los empleados se articula con la gestión de la marca empleadora, pueden surgir tensiones. “No podemos olvidar que todos somos responsables de mantener la imagen de la empresa u organización que representamos, somos embajadores al decir ‘soy tal persona de tal compañía’, es nuestro segundo o tercer apellido, con el que se tiene que dar ese ‘win win’: a la persona le suma estar vinculada a tal empresa y a la empresa le suma que la voz de ese colaborador se asocie a su marca”, señala Servide.

Una de las tensiones emergentes de la híper actividad en LinkedIn es la mentalidad referida a que venderse o auto promoverse “es malo” o bien “soberbio”Shutterstock – Shutterstock

Otra de las tensiones emergentes es la mentalidad referida a que venderse o auto promoverse “es malo” o bien “soberbio”. En última instancia, no apto para todas las personalidades.

La coach especializada en carrera y liderazgo Caroline Castrillón explica que la marca personal no es cosa de altos ejecutivos o celebridades: “Es una forma de diferenciarse de la competencia. En el competitivo mercado laboral actual, no basta con tener un buen desempeño. Necesitás tener una marca personal estelar”.

La experta agrega que la marca personal es intencional. “Es importante para los profesionales corporativos porque pueden mostrar sus habilidades, mejorar su reputación profesional y ampliar su red. Incluso puede significar la diferencia entre conseguir un ascenso o que te pasen por alto porque nadie te conoce. No sólo aumenta las posibilidades de ser visto por los empleadores sino también la exposición a oportunidades laborales, además les exige aclarar su propuesta de valor única como profesional y los posiciona como líder intelectual en su industria”.

En efecto, para Gendin, es un desafío cambiar la mentalidad de que promoverse a sí mismo en las redes sociales es meramente auto-bombo. La clave, sin embargo, es la autenticidad y el valor agregado. “Compartir conocimientos, experiencias y logros de manera que aporten valor a los seguidores puede transformar esta percepción. En lugar de simplemente promocionarse, se trata de contribuir a la comunidad. Al hacerlo, tanto empleados como ejecutivos pueden aprovechar el poder de las redes sociales para mejorar su presencia digital, beneficiando a sus carreras y a la marca de la empresa en el largo plazo”, señala.

Otra tensión está ligada a que muchos profesionales sienten que carecen de los conocimientos para aprender a desarrollar su propia marca personal online, que además, es un trabajo extra que exige invertir tiempo y cabeza.

“Sin dudas la construcción de marca personal es una labor que requiere de tiempo y constancia. Además de contar con los conocimientos necesarios para ello, es un claro trabajo de disciplina y de contribución para generar contenido de interés que sea visualizado, compartido y valorado”, apunta Servide. En ese sentido, las nuevas generaciones llevan ventaja: “Tienen un link más fluido con la tecnología en general y con las redes en particular, les cuesta menos trabajo y uno lo observa en la dinámica de los posteos, los formatos y los contenidos específicamente”.

En general, los modelos que mejor funcionan buscan el win win, donde las personas gestionan libremente sus publicaciones, incluso las que tienen que ver con el rol profesional. “Y en ese caso lo hacen dentro de un framework que facilita la compañía”, refuerzan desde Randstad.

Herramientas de uso

Desde la industria afirman que muchas veces los ejecutivos o colaboradores no saben qué compartir ni cómo hacerlo; en ese caso, lo más adecuado si se quiere trabajar la marca personal y la marca corporativa en conjunto es un programa que acompañe, brinde herramientas y guíe a las personas.

Para que no resalte tediosa, Gendin explica que la gestión de la marca personal debería ajustarse a ejes como la autenticidad (compartir logros que genuinamente generen orgullo y no resulte un carga), por otro lado la delegación (equipos de comunicación y marketing que crean y sugieren contenido relevante para compartir) y por último herramientas de automatización en redes sociales que permiten programar y facilitan la gestión del contenido.

Con el detalle no menor del consentimiento y la apuesta voluntaria, el aporte valioso de la marca personal de un profesional es ir más allá de lo estático de un CV hacia la transmisión de valores el reflejo de la personalidad. En el camino, la posibilidad es la de expandir y llegar a nueva audiencia para fortalecer los objetivos laborales actuales, para inspirar a otros que recién inician su camino e incluso para estar en el radar de potenciales clientes o futuros empleadores.

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