El Gobierno tomó en estas horas tres decisiones centrales en materia de tarifas de energía eléctrica y gas. Primero, resolvió un aumento de la luz que llegará hasta el 150% promedio para los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), clientes de Edenor y Edesur; segundo definió un mecanismo de indexación a partir de mayo que tomará en cuenta a los salarios y la inflación; y tercero, demoró nuevamente la suba del gas.
En relación al primer punto, mediante las resoluciones 101/2024 y 102/2024 del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), a las que accedió Clarín, se trasladará la quita de subsidios nacional de los precios de la energía a las tarifas del AMBA de hogares N1 (ingresos altos), comercios, pymes industriales y otros usuarios como hospitales, colegios y edificios. Esta suba había sido resuelta la semana pasada por la secretaría de Energía dejando a los hogares de ingresos medios y bajos todavía con subsidios.
Adicionalmente a esta quita parcial de subsidios, aumentará el servicio de distribución eléctrica que prestan Edenor y Edesur.
Tanto la quita de subsidios como el incremento del valor agregado de la distribución (VAD) regirá desde el momento en que se publiquen en Boletín Oficial, posiblemente este viernes, y se sentirá en las facturas desde fines de marzo o principios de abril.
Cuánto aumenta la luz
Fuentes consultadas estaban terminando de ajustar las cuentas para conocer el impacto en las boletas de cada tipo de consumidor, aunque en varios casos será mayor al 400% en usuarios no residenciales.
En tanto, para los hogares, según indicaron desde la Secretaría de Energía, «considerando un consumo promedio de 380 kilovatios-hora (kWh) por mes, en el caso de los usuarios N1 (altos ingresos, sin subsidios), una factura de $ 13.900 pasará a ser de $ 34.332, lo que representa un incremento del 150%».
«En el caso de los usuarios N2 (los de más bajos ingresos), para un mismo nivel de consumo y período, pasará de $ 4.360 a $ 7.415, lo que representa una actualización del 70%; y en caso de los N3 (ingresos medios), pasará de $ 4.783 a $ 7.850, equivalente a una diferencia de 65%«, completaron.
Las resoluciones se firmaron este jueves y se publicarán en el Boletín Oficial a la brevedad. Desde entonces, quedará firme el aumento en el AMBA. En tanto, para el resto del país, por la quita de subsidios, cada jurisdicción definirá a partir de cuándo tendrá vigencia.
Las compañías estaban por ser notificadas en estas horas y deberán presentar en los próximos 15 días un plan de inversiones en el que destinen al menos el 25% de los ingresos que le van a reconocer, y que deberá estar orientado a la mejora de la infraestructura eléctrica, “priorizando la seguridad de la red, confiabilidad del sistema y calidad del servicio”.
La indexación
Además de los aumentos, un dato saliente de las resoluciones es que establecen un mecanismo de indexación mensual de las tarifas eléctricas para la porción que corresponde al Valor Agregado de Distribución (VAD), que representa alrededor de un 40% de la boleta final en el AMBA.
Empezará a regir en mayo y estará compuesto en un 55% por el Índice de Salarios; en un 25% por el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) –inflación mayorista-; y en un 20% por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) –inflación minorista-.
Esto significa que habrá aumentos de la luz todos los meses, pero guardará relación en buena parte con el ajuste de los salarios, que corren bien por detrás del resto de los precios.
Suba del gas
En cuanto al gas, el Gobierno resolvió seguir postergando el incremento de las tarifas para no sobrecargar la inflación en los primeros meses del año y mostrar un sendero de desaceleración, como entiende que existe ahora el ministro de Economía, Luis Caputo.
La resolución 52/2024 del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), firmada la semana pasada y publicada este jueves en el Boletín Oficial, establece un plazo de hasta 30 días hábiles -como máximo el 1 de abril- para la “aprobación de las tarifas transitorias”, que reconocerán mayores ingresos a las transportistas y distribuidoras de gas natural por redes.
Mientras tanto, el órgano de contralor se tomará hasta 90 días hábiles para estudiar un criterio de actualización mensual, que podría ser similar al de la luz, pero ya a nivel nacional y no solo para la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
El Gobierno tenía todo listo para arrancar con una fuerte quita de subsidios al gas y aumentos para las empresas desde febrero, pero recalculó la ecuación y comenzó por la energía eléctrica.
El próximo jueves 29 de febrero se realizará una audiencia pública para discutir la nueva segmentación de tarifas y subsidios, y se presentará la Canasta Básica Energética, que contemplará el nivel de ingresos de cada “grupo conviviente”.
Esta audiencia funcionará como un mecanismo de resguardo judicial del Gobierno, para avanzar con la mayor gradualidad posible y evitar que la Justicia frene la suba de tarifas, como les pasó a Mauricio Macri y Juan José Aranguren en 2016.
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) establece una baja de los subsidios equivalente a 0,8 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) en 2024 -de 2,1% a 1,3%-, de los cuales 0,5 puntos sería a través de la energía -de 1,6% a 1,1%-. Gran parte de eso se podría lograr con una reducción de las importaciones de gas gracias al funcionamiento del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta, el descenso de los precios internacionales de la energía, el mayor aporte de las hidroeléctricas baratas debido a las lluvias, y otra parte, con la suba de tarifas.
NE