El expresidente está de vacaciones en el sur del país, aunque allí mantuvo algunos encuentros políticos de cara a las elecciones del PRO. La clave pasa por colaborar con la gobernabilidad sin perder identidad.
Con la vuelta del presidente Javier Milei de su gira por Israel e Italia, el foco está puesto en sellar un acuerdo de gobernabilidad con el PRO. De alguna manera sería formalizar lo que ya funciona de hecho, ya que en el Congreso todos los legisladores amarillos acompañaron al Ejecutivo en su primera disputa de peso, que fue el debate por la Ley Ómnibus.
Por estas horas, se habla de una reunión entre Milei y el expresidente Mauricio Macri que se daría en los próximos días. Sin embargo, a día de hoy no hay fecha cierta para esa cita. El fundador del PRO está de vacaciones en el sur del país y vuelve recién la semana que viene. Una vez allí, se podrá hablar con más precisiones de la chance real o no de concretar un encuentro.
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Respecto de lo que sucederá en el corto plazo, desde el entorno de Macri fueron tajantes a este medio: “Nada, porque no hay reunión. Mauricio está en el sur y antes de avanzar en algo (no se sabe qué) nuestra prioridad es organizar al PRO”. En la misma línea, remarcaron que están enfocados en “discutir internamente cómo seguimos ayudando al presidente”.
En este sentido, en las filas amarillas señalan que “recordemos que el PRO ya acompañó de manera absoluta en el Congreso”. De alguna manera, se haga oficial o no, ya es algo que sucede en la práctica. Incluso fue advertido por Macri y Patricia Bullrich antes del balotaje, donde ambos se identificaban con “el cambio” y reconocían a Milei en ese mismo camino y con más votos.
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Más allá de lo que suceda en los próximos días, fuentes del PRO indicaron a este medio que el espacio fundado por Macri “es un partido que desde hace 20 años trabaja por un país moderno, republicano, libre, abierto al mundo”. Y remarcan: “Tiene su historia e identidad”.
En línea con lo que han sostenido desde un principio por los jefes de la bancada PRO en Diputados, señalaron que “como espacio estamos abiertos a ver de qué modo podemos ayudar al Gobierno a llevar adelante los cambios que el país necesita y que la gente votó”.
Y sentenciaron: “Pero nuestra prioridad es fortalecer al PRO, mantenerlo unido y fuerte como lo demostró en el trabajo con la Ley de Bases, porque es de ese modo que podemos aportar a que los cambios que el país necesita puedan hacerse realidad”.
Macri tiene algunas preocupaciones, antes de sellar un acuerdo con La Libertad Avanza. No quiere repetir los errores del gobierno anterior, con un presidente débil y él tomar el rol que ocupó Cristina Kirchner, desde la disidencia interna y a la vez como legitimador de poder del Gobierno.
El expresidente sabe que necesita lograr cohesión interna antes de dar algún paso que involucre al partido en su totalidad. Intenta evitar que haya heridos o fugas de su espacio, por más diferencias que pueda tener con el sector de las “palomas”, que lidera Horacio Rodríguez Larreta.
Macri cree que el rumbo económico es correcto, pero no comparte la gestión política de su gabinete. Hasta no estar convencido de su manera de gobernar, no habrá luz verde. Si el gobierno fracasa y ellos son cogobierno, compartirán responsabilidades.