Boca conquistó este domingo el título que le faltaba y le regaló a sus hinchas, luego de vencer por 2-1 a San Lorenzo, la tercera edición de la Copa Federal. Las Gladiadoras fueron un poco más, en un partido parejo, y cosecharon el único trofeo que le adeudaban a su vitrina en el fútbol argentino. No le sobró mucho al equipo de Florencia Quiñones en el partido definitivo en el estadio Ciudad de Caseros, del mismo modo que no le sobró tanto a lo largo de todo el torneo al equipo xeneize, el único en jugar un partido menos (ingresó directamente en cuartos, por la sanción de AFA a San Luis FC) y el exclusivo finalista que arribó al último juego sin haber ganado ni un partido (empató tanto con Platense como con Racing, ambos por 1-1). A veces el fútbol no entrega tardes doradas ni rimbombantes, pero nada parece importarle a Boca: una vez más y en su seguidilla victoriosa al obtener un quinto torneo consecutivo, volvió a salir campeón.
Quizás la diferencia estuvo en algo más de ambición y perspicacia por parte del conjunto de la Ribera. Y en algo más de desatención y menos andamiaje colectivo por San Lorenzo. En llegadas, anduvieron parejas. Boca fue el primero que golpeó y planeó tomar desde entonces las riendas de la final. El gol llegó luego de un comienzo muy friccionado, de poco juego y muchas faltas, en el que hubo tres tiros libres en apenas cinco minutos. El control lo tenía el tetracampeón del fútbol local cuando, en un cambio de fase veloz, Kishi Núñez conectó un gran centro que Celeste Dos Santos lanzó desde la izquierda.
Si Boca parecía crecer desde los pies de Vanina Preininger -ex San Lorenzo- y Lorena Benítez, con buenas aperturas y manejos en el mediocampo, el destino resolvió con lógica la ecuación del partido que balanceó el primer tiempo. Cuando Benítez se fue lesionada y dejó con una jugadora menos a su equipo por apenas un par de minutos, San Lorenzo concretó sus propias ganas y logró empatar el partido a los 35. Quizás aquel gol, sin embargo, fue también muestra de aquello que le faltó al equipo de Livio Prieto: hilado colectivo, desarrollo de juego, ofensivas precisas en red. Porque el empate de las Santitas fue una magistral jugada individual de la siempre genial Eliana Medina, capitana y heroína de San Lorenzo, quien gambeteó a tres, hizo pasar a Camila Gómez Ares, a Preininger y a Yohana Masagli y definió acariciando la pelota contra la red del palo izquierdo de Laurina Oliveros.
Aun en ocasiones en las que el fútbol no sobresale ni con magias ni con brillos, siempre pareciera querer ponerle un broche de justicia a su existir: quizás por eso, más allá de la derrota, apareció la maravillosa jugada de Eli Medina en la tarde en la que le dijo adiós al verde césped, la última jornada como jugadora y capitana de las Santitas para un apellido que es emblema de San Lorenzo, el de la deportista con más títulos alcanzados con la camiseta azulgrana, tanto en fútbol profesional femenino como en futsal.
Luego de la pausa de los equipos en los vestuarios, fue una desatención azulgrana la que le facilitó las cosas al conjunto xeneize: iba solo un minuto del segundo tiempo cuando un descuido de la defensa cuerva dejó sola a Dos Santos para agarrar un rebote en el área chica con la arquera de San Lorenzo ya vencida debajo de los tres palos. El tempranero festejo de las Gladiadoras en esa segunda parte le sumó al partido una escena de triunfo que parecía inesperada por esas alturas, en un juego al cual el empate le cuajaba de perfección. Después del 2-1, San Lorenzo lo fue a buscar a veces con más inteligencia y otras, con más desesperación. Lo tuvieron Luciana Zacmon y la venezolana Mariangela Magdaleno en dos situaciones claras de gol, que atrapó en sus manos la uno xeneize. Boca, que entregó la pelota y dejó que su rival se adelantara, tuvo algunas claras ocasiones de contragolpe. Pero el resultado ya estaba puesto, en una tarde calurosa en la que Boca no brilló ni hizo demasiada diferencia pero le alcanzó lo hecho en Caseros para consagrarse otra vez campeón.
El adiós de Eli Medina
Aunque fue derrota, Eliana Medina podrá recordar que en su partido despedida del fútbol hizo un golazo. «Estoy triste por cómo se dio el resultado, merecimos un poquito más. Me voy tranquila porque me voy vacía: le di todo al equipo y al grupo», declaró la histórica jugadora de San Lorenzo. Y agregó: «Fuimos de menor a mayor en el torneo, creciendo y encontrando el juego que quiere San Lorenzo. Tenemos que irnos tranquilas: estamos a la altura de un gran equipo como es Boca. Esto sigue y las chicas tienen ahora un torneo por delante. Para mí, ahora es momento de descansar, seguramente vuelva al futsal. Hice un buen trabajo adentro y afuera de la cancha. Me voy súper contenta, más allá de la tristeza, porque estoy vacía: lo di todo, y con eso basta».