La trágica historia de la alpinista rusa Natalia Nagovitsyna tuvo ayer su capítulo final. Un nuevo video difundido por la Federación de Montañismo de Kirguistán mostró que ya no hay señales de vida en la carpa de la excursionista, que había quedado varada a más de 7000 metros de altura en el Pico Pobeda hace tres semanas.
“Desde el campamento base South Enilchek hoy hicimos una inspección visual detallada (dos veces) usando un dron de altitud. Desafortunadamente, tenemos que tener en cuenta que no hay señales de vida de Natalia Nagovitsyna! Todas las operaciones de rescate han sido detenidas y debemos reconocer este triste hecho para todos nosotros”, informó en Instagram Eduard Kubatov, jefe de la federación.
Y agregó: “Todas las imágenes de la inspección (más de 10 minutos) serán entregadas personalmente al hijo de Natalia. [Hicimos] todo lo posible para organizar el rescate de la escaladora, pero la altitud extrema, las severas condiciones meteorológicas, el duro aterrizaje del helicóptero y el estado físico de los rescatistas no permitieron los resultados esperados”.
La escaladora, de 47 años, había quedado varada en una tienda de campaña a 7150 metros de altura luego de sufrir la fractura de un pierna. No obstante, casi sin comida y sin gas para derretir nieve e hidratarse en medio de temperaturas que rozaban los 30 grados bajo cero, una semana después un dron logró captar señales de vida de la mujer. La semana pasada, tras varios intentos frustrados por alcanzarla y la muerte de un rescatista, los operativos se suspendieron.
Al parecer, tras escalar el Pico Lenin, el Kahn Tengri, el Korzhenevskaya y el Pico Comunismo (el más elevado de la cordillera del Tien Shan, en la frontera entre Kirguistán y China), a Nagovitsyna le faltaba obtener la cima del Pobeda, alcanzada el pasado 12 de agosto horas antes de resbalar durante el descenso, caer y romperse una pierna. Fuentes locales señalaron que la mujer herida figuraba como clienta de un guía de montaña de nombre Roman, cuya certificación nadie pudo encontrar aún. También figuraban en este equipo otros dos alpinistas. Entre todos alojaron a Nagovitsyna en una tienda de campaña.
La crueldad de esta situación remitió a otra situación extrema protagonizada por la mujer: en 2021, en el vecino Khan Tengri, su esposo Sergey sufrió un infarto cerebral cerca de la cota de los 7000 metros. Incapaz de descender por sus propios medios, ella se quedó a su lado hasta que murió, desoyendo las súplicas de otros montañistas para que bajara. Un año después pisó la cumbre del Khan Tengri, colocó una placa en memoria de su marido y siguió adelante con el reto de convertirse en “Leopardo de las Nieves”, galardón que reconoce a aquellos alpinistas que escalan las cinco cimas más elevadas de la extinta Unión Soviética.
Sin radio ni comida, la accidentada quedó en el Pico Pobeda a expensas de un milagro, ya que en la zona solo operan viejos y pesados helicópteros heredados del ejército, sin capacidad para realizar operaciones de rescate a tanta altitud. De hecho, uno de los aparatos enviados por el ejército ruso se estrelló debido al mal tiempo en una cota cercana a los 5000 metros, sin que hubiese que lamentar fallecidos. La última esperanza real de salvar a Nagovitsyna se desvaneció cuando otra nave más ligera del tipo Eurocopter declinó participar, al comprobar que las condiciones en la montaña no dejaban margen para un vuelo seguro.
El Pobeda es una montaña técnicamente compleja, con una ruta larga y expuesta a peligros de aludes, grietas, paso técnicos, aristas inestables y una larga historia de tragedias. El último contacto humano que vivió la escaladora rusa fue un día después de quedar impedida: el italiano Luca Sinigaglia y un alpinista alemán alcanzaron su carpa, le entregaron una bolsa de dormir, comida y un cartucho de gas.
La dificultad del terreno y las condiciones de la montaña no les permitieron siquiera pensar en rescatarla. Tras otro intento fallido al día siguiente, ambos emprendieron el descenso, más una carrera para sobrevivir. Una tormenta con vientos huracanados acabó con la vida de Sinigaglia mientras su compañero alemán alcanzaba in extremis el campo base.
El 20 de agosto, ocho días después del incidente, cuatro alpinistas iniciaron un nuevo intento de rescate. Pero no pasaron del campo 2, según informarían varias páginas web rusas. Las autoridades de Kirguistán dieron por cerrado el caso, comunicando que reanudarán en primavera las tareas para rescatar los restos de Nagovitsyna.
“En la historia no hubo una operación de rescate exitosa a una altitud de 7200 metros y no tuvimos derecho a arriesgar más la vida de los rescatistas. Nos gustaría expresar nuestra gratitud al gobierno, al Ministerio de Defensa, a los pilotos militares, a los rescatistas, alpinistas y a todos los involucrados en la organización de las operaciones de rescate”, escribió Eduard Kubatov al revelar el contenido del video más reciente grabado con el dron.
“La tragedia en las montañas es parte de una vida difícil de montañismo y trataremos de hacer todo lo posible para mantener nuestro país atractivo y seguro –continuó–. En esta situación, hicimos lo mejor que pudimos. Esperamos su comprensión».