Los ojos del mercado estarán puestos en la decisión que comunique este martes por la tarde MSCI, la empresa calificadora respecto del mercado de acciones de Argentina. La compañía había rebajado al país a la categoría «standalone» en 2021, lo que mantiene al margen a las cotizantes argentinas del flujo de los inversores internacionales.
En la City esperan que, por lo menos, MSCI decida elevar a Argentina a la categoría de «Mercado de Frontera», liga a la que había sido rebajada en 2019 desde la categoría de «Mercado Emergente». La semana pasada, hubo cierta euforia en el mercado por la expectativa de una reclasificación, que por lo menos saque al país de este «ostracismo financiero» en el que está metido ahora, pero un documento inicial de MSCI sobre la situación actual de Argentina sirvió para desterrar buena parte de esas ilusiones.
La firma reconoció los avances que hizo la administración de Javier Milei en materia económica, con liberación del cepo cambiario incluido. Sin embargo, advirtió que muchas de las restricciones al libre flujo de los capitales se mantienen vigentes, lo que pone una luz de alerta a una posible reclasificación.
«Tras una reciente financiación del FMI, se implementaron importantes reformas en Argentina durante abril de 2025: el sistema de tipo de cambio deslizante fue reemplazado por un régimen de flotación administrada dentro de bandas establecidas, las restricciones para comprar dólares y transferir fondos al exterior fueron en gran parte levantadas para individuos residentes, las empresas ahora pueden repatriar dividendos generados a partir del 1 de enero de 2025, y los inversores extranjeros pueden repatriar sus inversiones sin necesidad de aprobación previa del Banco Central, siempre que se cumplan ciertas condiciones. Sin embargo, aún se mantienen varias restricciones para los inversores institucionales extranjeros», alertó el documento.
En ese sentido, MSCI analizó punto por punto el estado de «normalización» de la economía argentina, sobre todo lo que tiene que ver con el esquema cambiario y el flujo de capitales. Por un lado, hizo hincapié en que, si bien se flexibilizaron buena parte de las restricciones al flujo de capital, el movimiento aún no está 100% liberado, sobre todo para las empresas.
«Los inversores internacionales no pudieron acceder al mercado de acciones local desde que el gobierno impuso controles de capital en septiembre de 2019. Estas restricciones a la movilidad del capital generaron preocupaciones sobre la repatriación entre los inversores internacionales», remarcó el informe a la vez que apuntó: «En abril de 2025, el Banco Central anunció el levantamiento de varias restricciones, permitiendo que los inversores internacionales repatriaran dividendos generados a partir del 1 de enero de 2025. Sin embargo, todavía permanecen vigentes varias restricciones para los inversores institucionales extranjeros», detalló.
Al mismo tiempo, MSCI puso la lupa en el esquema cambiario de «flotación administrada» que rige en el país desde mediados de abril último y destacó que» continuará monitoreando estos desarrollos». A pesar de los avances del equipo de Luis Caputo, la empresa destacó»: «Ha habido intervenciones gubernamentales que pusieron en cuestión la estabilidad de la economía de “libre mercado”, incluso en lo que respecta a las actividades de inversión de inversores extranjeros».
Con este panorama, parece más difícil que Argentina consiga un «doble ascenso» a la categoría de «Mercado Emergente», como esperaba días atrás la parte más optimista de la City. Pero aún no está 100% descartado que el país entre en un proceso de revisión para volver a la liga de «Mercado de Frontera», categoría que actualmente exhiben países como Panamá, Croacia, Líbano, Vietnam y Kenia, solo por citar algunos. Este menor optimismo se tradujo en una caída de más del 6% del Índice Merval medido en dólares.