En los últimos días, la política estadounidense estuvo marcada por una turbulenta discusión entre el presidente Donald Trump y el CEO de Tesla, Elon Musk, tras un desencuentro en el cual ambos lanzaron una serie de hostilidades a través de la red social X. Luego de que ambos hayan pactado una desescalada, se borraron los posteos en los cuales se desacreditaban.
Las publicaciones, que fueron realizadas en la tarde del pasado jueves, fueron subiendo de tono y generaron una gran repercusión en redes sociales. El origen de los posteos, se dio luego de las fuertes críticas del magnate tecnológico hacia la »Big Beautiful Bill», una ley promovida por Trump que no resultaba del gusto de Musk.
El ex director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) comenzó lanzando fuertes críticas a la ley y rápidamente comenzó a lanzar fuertes acusaciones infundadas contra el presidente estadounidense.
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En respuesta a estas acusaciones, el presidente republicano aseguró que el magnate estaba molesto debido a que un aliado cercano al dueño de SpaceX no había sido designado en un rol importante en la NASA.
La serie de dichos siguió escalando, a tal punto de que la discusión pasó desde el plano económico y político a un ambiente personal, en el cual Trump había sugerido que Musk posee problemas conductuales relacionados con el uso de drogas y Musk lanzó un comentario desafortunado.
Uno de los cruces más fuertes entre ambos fue el comentario de Musk en el cual acusaba a Trump de »estar en la lista de Jeffrey Epstein». Miles de usuarios respondieron a la publicación señalando que el magnate había dejado a su propio hijo al cuidado del presidente, lo cual resulta raro si Musk consideraba que Trump era un »pedófilo».
Luego de una serie de conversaciones reconciliadoras entre ambos a través de intermediarios, ambos acordaron cesar las hostilidades de forma mutua y Musk eliminó todos sus tweets que injuriaban al republicano.
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A pesar de asegurar que los dos prometieron no reincidir en las agresiones, la relación entre ellos no tendría vuelta atrás, por lo que el magnate de origen sudafricano no volvería a tener incidencia en el gobierno y su gente en el DOGE abandonaría el gobierno en los próximos días.
A través de declaraciones con algunos medios, el presidente estadounidense le deseó suerte al empresario y por medio de redes sociales, el sudafricano le respondió en igualdad de condiciones.
Frente a la detención de las agresiones, Elon Musk también se habría echado hacia atrás con su amenaza a través de Twitter de dar de baja su proyecto de la nave espacial »Dragon».
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Sin embargo, la decisión de Musk de continuar incurriendo en la política estadounidense es clara. El dueño de Twitter mantiene hace unos días una encuesta en su perfil en la cual destaca la necesidad de un nuevo partido político que rompa con el bipartidismo actual.
Con respecto al cuestionamiento que el magnate hizo en referencia al Partido Republicano, figuras como el vicepresidente estadounidense JD Vance,aseguró que la relación con el presidente es más fuerte que nunca. Además, Vance reafirmó el liderazgo de Trump dentro del partido y despejó cualquier tipo de dudas acerca de tensiones internas.