Cuando le propusieron a Ralph Macchio hacer Cobra Kai, una serie de Karate Kid sobre la vida adulta de Daniel LaRusso y Johnny Lawrence, se mostró escéptico.
Me dije: “¿Soy vendedor de coches?”, dijo Ralph Macchio, que protagonizó la película original de 1984 en el papel de Daniel, un adolescente trasplantado al sur de California que aprende karate y derrota al matón Johnny (William Zabka), en el tatami. “No contaban conmigo”, dijo.
Pero en una reunión que duró más de tres horas en el patio del Hotel Greenwich, en el Bajo Manhattan, los creadores Jon Hurwitz, Josh Heald y Hayden Schlossberg lo conquistaron con su visión de la serie, Cobra Kai. No era sólo una obra de nostalgia. También buscaba introducir a toda una nueva generación de niños karatecas.
“Cuando empezaron a hablar de los personajes más jóvenes -Miguel, Samantha, esa nueva generación- y de la parte de los padres», dijo Macchio, «empecé a inclinarme hacia delante”.
Ahora, seis temporadas después, Cobra Kai, ambientada en el Valle de San Fernando aproximadamente 30 años después de los acontecimientos de Karate Kid, estrenará sus cinco episodios finales en Netflix este jueves 13 de febrero.
La serie, protagonizada por Macchio y Zabka, muestra un nuevo punto de vista sobre Johnny, que comienza como un padre sin futuro, atormentado por su caída en desgracia en la década del ´80, pero encuentra un nuevo propósito al reabrir el dojo Cobra Kai y reavivar su rivalidad con Daniel.
“Termina de una manera que tiene todos esos sentimientos, vítores y lágrimas de las películas de los ’80, y sin embargo lo ve a través de una especie de lente de Cobra Kai”, dijo Macchio en una videollamada reciente desde su casa de Long Island. Vestido con una camiseta negra, un buzo con capucha y un par de grandes auriculares negros, parecía dispuesto a dar unas cuantas patadas en el patio trasero, a pesar de su aversión declarada a los conflictos.
¿Golpes? Sólo en la ficción
“Nunca me metí en una pelea de verdad -cuenta Macchio-. Lo reservo para las películas. No soy un luchador. Prefiero negociar yo mismo”.
Aunque Cobra Kai terminó, Macchio retomará su papel de Daniel adulto en la próxima película de Karate Kid, Karate Kid: Legends, cuyo estreno está previsto para el 30 de mayo. (Jackie Chan también regresa como Mr. Han, un personaje de la película Karate Kid de 2010).
Ambientada tres años después de los acontecimientos de Cobra Kai, sigue a un adolescente prodigio del kung fu, Li Fong (Ben Wang), que lucha por encajar tras mudarse a Nueva York con su madre desde Pekín. Se presenta a una competición de karate, con Daniel y el Sr. Han como senséis.
En la conversación, Macchio se muestra alegre y gregario; a sus 63 años, aún conserva el aspecto juvenil y el encanto de su personaje de los años ’80. También conserva el Ford descapotable amarillo de 1947 de la película de 1984, que tiene guardado en el garaje y que conduce de vez en cuando.
Macchio nos contó cómo fue adoptar un papel menos heroico para Daniel en Cobra Kai, qué lo hace volver a la franquicia y cuál sería su muerte ideal para Daniel.
-Cobra Kai termina el jueves después de seis temporadas. ¿Cómo te sentís?
-Me siento genial, porque ¿cuándo ocurre esto? Una serie basada en una película de hace 34 años que crea un nuevo fandom y nuevas generaciones de fans en torno a una franquicia. Parece que llega en el momento adecuado y no se queda demasiado tiempo. Estoy deseando que los fans de todo el mundo vean a Johnny y Daniel y a todos los personajes llegar al final.
-¿Cómo fue el último día de rodaje?
-Para mí es menos un adiós y más un «hasta la próxima». Aunque Cobra Kai se convirtió en una serie muy extensa y llena de peleas, muertes accidentales y millones de personajes, nació de la rivalidad entre Daniel y Johnny y, a su vez, de su amistad. No es que Billy y yo fuéramos rivales, pero nunca estuvimos tan unidos como ahora.
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Anuncio de la sexta y última temporada.
-Dijiste que no a muchas propuestas de películas derivadas de Karate Kid. ¿Por qué dijiste que sí en este caso?
-Una de las cosas más importantes para mí era que quería que el personaje de Pat Morita, Miyagi, estuviera presente en toda la serie. Sin la actuación de Pat Morita, hoy no estaríamos teniendo esta conversación. No creo que la película navegue sin ese personaje. Así que quería protegerlo.
-¿Hay algún momento concreto en el que recuerdes haber dicho: “Daniel LaRusso no haría eso en absoluto”?
– Hay una escena en el episodio 5 de esta temporada en la que Daniel golpea a Johnny en la cara. Y yo dije: “Tiene que estar justificado”. Y ellos dijeron: “Bueno, está desequilibrado, están pasando estas cosas”, pero no es sólo eso. Eso fue un debate porque es una gran escena para William: recibe un puñetazo en la cara, y normalmente habría devuelto el puñetazo, pero no lo hace, lo cual es algo hermoso. Muestra su crecimiento.
El que cuenta las historias
-¿Cómo fue ver a un chico nuevo, Xolo Maridueña, interpretar con eficacia el papel de Daniel como Miguel?
-No me gusta ser el viejo, pero me gusta ser el tipo que les cuenta historias de antes, y todos se inclinan y les encanta escucharlas. Recuerdo estar aquí viendo a Miguel ponerse la cinta en la cabeza. Xolo estaba que se salía de los zapatos de la emoción, y era como: «Bueno, yo estaba en este patio trasero pintando cercas antes de que ustedes nacieran. Y ahora les estoy enseñando a pintar la cerca y a encerar el coche». Fue la única vez que me emocioné de verdad al principio de la serie.
-¿Los proyectos de reencuentro con Karate Kid que realizaste te resultan reconfortantes o siguen siendo un reto?
-Ambas cosas. Es una manta reconfortante, porque siento esa confianza cuando entro en ella, porque siento que nadie sabe más, porque lo experimenté todo. Pero, por otro lado, ¿cómo mantener la frescura? En algunos episodios de Cobra Kai sentí que intentábamos no repetirnos, pero es difícil no hacerlo cuando estás en la misma ciudad, discutiendo sobre el mismo deporte. Ése fue el reto.
-¿En qué te pareces y en qué no a Daniel, tu personaje?
– Soy mucho más analítico y estoy preparado de antemano para todos los imprevistos posibles. No soy un completo adicto al control, pero me gusta escuchar algo y digerirlo antes de lanzarme. Pero Daniel -porque lo hace mucho más entretenido- salta primero y luego se ocupa de las repercusiones.
Nos parecemos mucho en el sentido de que su familia, su madre, su mentor Miyagi, son lo que más aprecia. Es una persona de buen corazón que se preocupa y es vulnerable, pero abierta y positiva. Eso es lo que me gustaría creer que soy.
-También tenés fama de ser un buen tipo en la vida real.
-Siempre bromeo diciendo que soy como el anti-True Hollywood Story; si hicieran una sobre mí, duraría como un minuto. Pero no es cierto. Definitivamente, tengo baches y verrugas. Mi mayor defecto, diría yo, es que a veces, si me siento fuera de control de una situación, o si tengo miedo de algo o estoy preocupado, mi toma de decisiones no es la mejor.
-¿Estás dispuesto a hacer más secuelas de Karate Kid o esta película es el final?
-Dije que era el final para mí cuando terminé la última película de Karate Kid de los años ´80. Así que nunca diré nunca. Si Karate Kid: Legends sale bien, me encantaría ver una película de Cobra Kai dentro de dos o tres años. Siempre y cuando haya una forma de ser fiel a los personajes, de impulsar una historia de forma que se abra a generaciones, es algo sobre lo que estaría abierto a tener una conversación.
-Si pudieras elegir cómo moriría tu personaje…
-Cayendo por un acantilado con la patada definitiva de tornado giratorio.
Traducción: Patricia Sar