Se erige en un clásico, en una fórmula infalible que rinde y mantiene vigencia a más de una década de su estreno. LAM continúa con su rebote, con su éxito, para convertirse en una fuente inagotable de primicias de toda índole en el mundo del espectáculo y los famosos.
El programa de Ángel de Brito funciona hasta con la ausencia del conductor, que la semana pasada se alejó del estudio y se refugió en las beldades de la Patagonia para un descanso merecido. Incluso, el envío también alimentó los números del rating sin Yanina Latorre al aire.
De ese modo, sin sus figuras más resonantes, LAM conservó sus pisos gordos de audiencia con la elección de Marcela Feudale como líder, quien se encargó de llevar la batuta. Empero, algo recrudeció en la interna, en las entrañas de ese enjambre de angelitas.
llamativo. La trama de esa queja se reveló este lunes, cuando en el comienzo de la edición, Marcela soltó la bomba: “Hay gente que no quiere venir si no viene Ángel. No me dijeron el nombre”.