Los jugadores esperaban por arrancar el segundo tiempo cuando un proyectil impactó en la cabeza de Diego Martín.
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Otro violento episodio en el fútbol argentino, esta vez en Mendoza.
El partido entre Godoy Cruz y Talleres de Córdoba en Mendoza tuvo que suspenderse antes del arranque del segundo tiempo, debido a que el juez de línea, Diego Martín, recibió el impacto de un proyectil en su frente. El marcador del encuentro reflejaba un 0-0 y aún no se sabe que ocurrirá con los 45 minutos que faltaban.
Ambos equipos se disponían para comenzar la segunda parte del partido que correspondía a la tercera fecha de la Liga Profesional del Fútbol Argentino, cuando Martín recibió el golpe de un proyectil que provenía desde la tribuna popular.
A raíz del golpe, el juez de línea sufrió un corte en su frente y tuvo que ser atendido por los médicos del lugar. Posteriormente, el hombre continuó afectado por el incidente y Yael Falcón Pérez, árbitro del encuentro, decidió suspenderlo. Asimismo, Martín se someterá a estudios pero permanece consciente.
«No hay posibilidades de seguir. No vamos a permitir que ninguno de nosotros salga lastimado. Si nosotros seguimos jugando, va a seguir pasando. Sé que no es culpa de los jugadores, es culpa de gente incivilizada», expresó Falcón Pérez.
Ahora, las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) deberán definir qué ocurre con la segunda mitad del partido, algo que podría demorar bastante tiempo.
godoy cruz talleres.mp4
ESPN
Antecedente reciente
No es la primera vez que ocurre algo similar en la cancha de Godoy Cruz, ya que en mayo del año pasado hubo incidentes en una de las tribunas del «Tomba», que escaló a un enfrentamiento con la policía. En ese momento, el árbitro Nazareno Arasa optó por suspender el partido a los 7′ del segundo tiempo.
Además de la situación que derivó en la suspensión del partido, en la previa se había vivido otro hecho de violencia que involucró al micro del equipo de Boedo: fue apedreado en las inmediaciones del Malvinas Argentinas y gente de la delegación resultó herida.
Los incidentes siguieron durante el partido y hasta estuvo varios minutos parado el juego en el final del primer tiempo. «Media piedra más y lo suspendo», había advertido Arasa, cansado de tener que frenar el partido constantemente. En el arranque del segundo tiempo, ocurrió lo que parecía inevitable y se concretó la suspensión.
Teniendo en cuenta que el episodio fue el 25 mayo, recién se completó el 12 de octubre, por lo que fueron casi cinco meses de demora hasta que llegó a su conclusión.