POSADAS. A tres días del homicidio del cabo 1° de la Policía de Misiones Mauricio Miñarro, quien recibió dos disparos en las primeras horas del lunes cuando se encontraba en la guardia del Destacamento de Infantería ubicado en el predio del Aeroclub de Eldorado, la Justicia ya descarta la hipótesis de un asalto comando y se decanta por la posibilidad de que el suboficial hubiera sido acribillado por una banda que intentó robar una avioneta del hangar del lugar. Además, el conteo posterior al hecho reveló que del arsenal de la dependencia faltaban nueve armas, entre ellas, dos fusiles FAL.
La jueza de instrucción María Laura Rodríguez descartó las versiones que señalaban que el hecho habría sido producto de un golpe perpetrado por criminales paraguayos de frondoso prontuario, una posibilidad que circuló con fuerza en las primeras horas, y señaló como causa probable la de un homicidio en ocasión de robo.
”Lo que ocurrió fue un intento de robo de una de las avionetas. El efectivo policial, al escuchar un ruido fuerte en el hangar, salió a verificar lo que sucedía y se encontró con los perpetradores” explicó Rodríguez, al portal Eldópolis.
La casilla donde funciona la división de Infantería de la Unidad Regional III se encuentra a metros del hangar donde se guardan las aeronaves. Sugestivamente, ninguno de los dos edificios ni otras dependencias del Aeroclub, situada en el kilómetro 11 de la calle Andrujovich, contaba con cámaras de seguridad.
Según la hipótesis de la Justicia, Miñarro se encontraba durmiendo (fue encontrado muerto en short, ojotas y con el torso desnudo) cuando escuchó el ruido que hizo la aeronave al impactar contra un costado del hangar. Eso alteró al efectivo, que habría salido a ver qué sucedía. Entonces fue atacado a balazos. Según confirmó la autopsia, recibió dos impactos: uno le rozó el brazo y el otro lo alcanzó en el pecho y le causó la muerte.
Mientras la Justicia avanza en esta hipótesis, la Policía de Misiones está investigando las notorias irregularidades que se verificaron tras la muerte de Miñarro en ese destacamento policial, ubicado a unos kilómetros del centro de la localidad de Eldoardo, también conocida en Misiones como la Capital del Trabajo.
El cabo muerto, por empezar, se hallaba solo, cuando debía haber tres efectivos de guardia custodiando esa unidad policial, donde se guarda un importante arsenal de la división de Infantería.
Según pudo detallar la investigación, el inventario reveló que faltaban más armas que los dos fusiles FAL y las dos escopetas que se dijo que habían sido sustraídos tras el ataque a Miñarro. Ese faltante forma parte de las irregularidades que el área de Asuntos Internos de la Policía de Misiones busca desentrañar.
“No sabemos si las armas se las llevaron ahora o si ya faltaban desde antes”, explicó a LA NACION una calificada fuente de la investigación.
En total, faltaban del arsenal de Infantería:
Desplazaron al jefe de Infantería
Esta mañana se conoció que el jefe de la Policía de Misiones, comisario mayor Sandro Martínez, quien el lunes había viajado en helicóptero al lugar de los hechos en cuanto supo del homicidio, resolvió remover al jefe de la División de Infantería y jefe de Miñarro, comisario Ricardo Andrés Arrúa.
Desde el momento en que llegó al lugar, el lunes a la mañana, Martínez quedó sorprendido por la serie de irregularidades que se verificaron a simple vista en el funcionamiento de ese destacamento, dependiente de la Unidad Regional III.
Por empezar, Miñarro estaba solo, sin la compañía de los dos colegas que debían completar la dotación de la guardia. Uno de ellos estaba haciendo un adicional en Eldorado.
A eso se sumó la sospecha de que el faltante de las armas sería anterior al ataque a Miñarro del lunes 30 de diciembre.
Por otra parte, también se destaca entre la ausencia de medidas de seguridad elementales tanto en la dependencia policial como en el Aeroclub, entre ellas, la total falta de cámaras de seguridad que podrían haber registrado algunos movimientos a partir de los cuales tener un punto de partida en la investigación de los autores del crimen. Como si semejante unidad, que guarda armas y custodia aviones, en plena frontera con Paraguay, estuviera exprofeso carente de los dispositivos más básicos de vigilancia.
El robo del avión
Todos en Misiones recuerdan que en 2011 una banda narco sustrajo un avión del Aeroclub de Eldorado. La aeronave pertenecía al Aeroclub Posadas, pero estaba estacionado en el hangar de esa aeroestación, en pleno Alto Paraná, una zona considerada “caliente” en cuanto a la actividad de narcotráfico, especialmente de marihuana que pasa desde Paraguay hacia la Argentina cruzando el, en ese tramo, angosto y desprotegido río Paraná.
Esa zona de frontera, como muchas veces recalcaron las autoridades, es un verdadero “colador” por donde es prácticamente imposible ejercer un control efectivo y total.
Aquel robo ocurrió el 28 de septiembre de 2011. Esa vez sí se trató de un asalto comando. Un grupo armado y de movimientos coordinados atacó y redujo a un piloto, al sereno del aeroclub y su familia, a los que tuvieron de rehenes por largas horas hasta hacerse con un avión Cessna 172 color blanco, rojo y azul que pertenecía al Aeroclub de Posadas.
A pocos meses de lo ocurrido la Justicia federal determinó que el piloto que habría colaborado con los narcos fue Guillermo Daniel Ramírez, quien ya purgaba una condena desde 2008 por acopio de estupefacientes, según publicó el diario El Territorio.
El hombre, que también era abogado, fue ultimado por 6 disparos en enero de 2015, hecho que fue investigado como un presunto “ajuste de cuentas”. Ese avión fue encontrado en un operativo en Santiago del Estero, con un cargamento de marihuana, y totalmente irreconocible, ya que había sido repintado.
El Aeroclub de Eldorado es la base para media docena de aeronaves, a las que siempre se les pueden sumar otros aparatos que llegan desde distintos puntos de la provincia y la región. En el hangar más próximo a la división de Infantería se suelen guardar aviones de aeromodelismo, un Cessna 172 (de cuatro plazas) y otro avión de seis plazas sin motor.
En tanto, en el hangar mayor, el que está situado casi frente a la calle de rodaje para salir a pista, habitualmente se guardan dos aviones de seis plazas. Uno está incautado por la AFIP con faja y no puede ser utilizado. El otro es una espléndida aeronave perteneciente a un reconocido empresario forestal de la zona.
“En el aeroclub hay una o dos cámaras de seguridad, pero no graban”, indicó el piloto privado que opera en Eldorado, consultado por LA NACION.
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