lunes, 23 diciembre, 2024

Eduardo Blanco y Fer Metilli son el dúo protagónico de la nueva obra teatral de Juan José Campanella

“Campanella dice acción y comienza a cronometrar el ensayo, es ante todo un contador de historias”, dice Eduardo Blanco respecto de su nuevo trabajo junto al director de “El hijo de la novia”, “El secreto de sus ojos” y “Metegol”. Junto a Fer Metilli estrenan el 10 de enero la nueva obra de Juan José Campanella, “Empieza con D, siete letras”, luego de sus éxitos teatrales “Parque Lezama” (once años en cartel), “Qué hacemos con Walter” y la restauración del teatro Politeama. Conversamos con Blanco y Metilli.

Periodista: ¿Qué novedad trae esta obra de Campanella en relación a otras anteriores?

Eduardo Blanco: Es una historia de amor entre dos familias que se odian, podríamos tener ahí una novela espantosa o una tipo “Romeo y Julieta”, lo que tiene esta es el sello Campanella. La gente que gusta de sus historias se divierte, el humor es fundamental, además invita a la reflexión y habla de lo vincular. Por más que sea una comedia, romántica, o dramática, invita a tener en cuenta al otro, como en “Parque Lezama”, cuando creés que la vida no te puede dar nada más, la vida te interpela siempre, para bien o para mal. Esa creencia de “No me lastimo más pero tampoco gozo más”. Hay algo de la no existencia de otro en la actualidad que vivo con tristeza. Más allá de los nuevos elementos tecnológicos que nos hacen estar en introspección, conformamos una sociedad y no estamos viendo al otro.

Eduardo Blanco Actor argentino Empieza con D

Mariano Fuchila

P.: Eduardo trabajó con el director, Fernanda, ¿cómo recibiste este llamado de Campanella?

Fer Metilli: Pensé que era un chiste, me llegó un watsapp, él no tiene foto, escuché el audio y no podía creer. Me decía que me vio en las obras “Como el culo”, “Chorros”, “Inmaduros” y que el personaje de su obra tenía que ver con mi humor. “Aunque haga de árbol o cerezo de la obra quería estar”, pensé. La leí del celular esa misma noche y me gustó el humor, lo bien escrita, él sabe mucho, reía de imaginar cómo quedarán esos chistes ejecutados por Eduardo.

P.: ¿Qué podés decir de la obra?

F.M.: Tiene situaciones super graciosas, mucha ternura, no me gustan las películas románticas pero esta lo es y entré. Con humor y realismo cuenta un encuentro de amor, los personajes tienen fragilidad, se encuentran con mucha realidad dentro de su debilidad. Tuve que acomodar mi año,, que estaba todo cubierto, para poder estar. Estamos ensayando en el teatro que haremos función, no es lo habitual, generalmente se ensaya en casas y cuando pasas al escenario te olvidas todo, sentís que no te sabés la letra.

P.: ¿Cómo es Campanella dirigiendo teatro?

F.M.: Me encanta cuando es muy puntual, es un director de cine entonces es pragmático, te deja proponer, me sirve que cuando algo funciona lo deja y lo marca. Campanella dice “Acción” para pasar la obra, y arranca con el cronómetro.

E.B.: Con Brandoni hacíamos chistes porque él quería que saliera exactamente igual cada función y es imposible. Campanella es espectador de teatro desde los 14 años, es un gran contador de historias en el formato que sea.

Fernanda Metilli Personalidad de televisión Empieza con D

Mariano Fuchila

P.: ¿Qué prefieren, el cine, teatro o la TV?

F.M.: Es otro código y otra concentración. Hay algo en teatro que cada día es diferente. En las salas el público es diferente, la obra no sale siempre igual, no se cambia el texto pero depende de cada experiencia. En audiovisual, hiciste una escena, tiraste la letra y hacés un bollo mental que se va, la aprendés en 3 minutos, en teatro es todo lo contrario.

E.B.: En TV y cine es parecido, recuerdo en la TV de aire que te daban el libro y grababas en 15 minutos. El lugar natural del actor es el teatro, ahí pasan cosas que en otros ámbitos no. Por empezar se cuenta la historia de principio a fin, en cine es como un rompecabezas, podés empezar por la última escena. El teatro es esa maravilla que se cuenta de principio a fin, con un recorrido natural. El teatro tiene la adrenalina del vivo, los actores están en contacto con el público y sin red. En cine hiciste la escena una vez bien y ya está.

P.: ¿Cómo ven el cine y la cultura?

E.B.: Lo veo con tristeza, un país excede los números y los resultados, contiene gente, al país lo hacen grande la educación, la cultura, los deportistas, la ciencia, es decir nosotros. Ahora parece que lo único que tienen que cerrar son los números, entiendo, hemos vivido despropósitos espantosos, producto de lo cual tenemos lo que tenemos. Querer hacer creer a la gente que sus desgracias son los artistas porque el cine se lleva el dinero para la educación o los jubilados, es perversidad y mentira. Mal informan, independientemente de que creo que habría que corregir muchas cosas. “El hijo de la novia” se estrenó en el mundo porque estuvo nominada al Oscar y eso hizo que la gente quisiera conocer el país. Buenos Aires es potencia mundial teatral, la gente viene de afuera 4 días a ver teatro, eso no se dimensiona a nivel económico. Para el cine no hay país que no tenga apoyo, el mejor ejemplo es Francia, en EE.UU. te venden paquetes de películas, nunca una aislada.

F.M.: Se lleva la discusión a algo partidario y no cultural, que es lo que nos da identidad. Cuando el debate se ciñe sólo a un número, está mal encarado.

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