Incorporar una mascota a la vida en pareja no solo es una decisión que impacta en la rutina diaria, sino que también puede transformar profundamente la calidad de la relación. Más allá de ser un compañero fiel, los animales fomentan valores como la empatía, la responsabilidad y el trabajo en equipo, pilares fundamentales en cualquier vínculo afectivo.
Un estudio publicado en Anthrozoös, una prestigiosa revista especializada en las interacciones entre humanos y animales, reveló que las parejas que comparten la crianza de una mascota experimentan un bienestar en la relación superior al de aquellas que no tienen esta experiencia.
Más allá de los beneficios inmediatos, el cuidado en conjunto de una mascota ofrece una oportunidad para practicar habilidades esenciales en las relaciones, como la resolución de conflictos y el manejo compartido de responsabilidades. Este proceso, además, permite descubrir aspectos importantes sobre el otro, como su sensibilidad hacia los animales o su disposición para enfrentar desafíos comunes.
En algunos casos, adoptar una mascota se convierte en un paso previo a la decisión de formar una familia, proporcionando una experiencia inicial sobre cómo es cuidar y atender las necesidades de otro ser vivo. Sin embargo, es crucial que esta decisión se tome con responsabilidad, anticipando posibles escenarios como una separación y asegurando siempre el bienestar del animal.
Según el portal Psicología de Corazón, las mascotas más adoptadas entre parejas suelen ser aquellas que se adaptan de forma fácil a la vida en un hogar compartido y fomentan actividades conjuntas que refuercen el vínculo.
Los perros lideran el ranking debido a su lealtad, sociabilidad y capacidad para integrar a ambos miembros de la pareja en actividades compartidas, como paseos, juegos o entrenamiento. Las razas pequeñas y medianas, como el Golden Retriever, el Beagle o el Corgi, son populares por su carácter amigable y por tratarse de especies que pueden vivir en departamentos o casas pequeñas.
Los gatos son otra elección común, especialmente para familias que prefieren mascotas más independientes pero igualmente cariñosas. Al no requerir de paseos diarios, muchos los eligen por sobre los perros. Sin embargo, necesitan de juegos y estimulación desde temprana edad, para no verse estresados ni deprimidos en soledad.
Aunque no fomentan la interacción física, los peces suelen ser una opción relajante y estética. Muchas parejas disfrutan diseñando y manteniendo acuarios, lo que representa una actividad conjunta que requiere cuidado y atención.
Por último, los conejos ganaron popularidad en los últimos años debido a la gran cantidad de famosos que comenzaron a adoptarlos, ya que son mascotas tranquilas, limpias y afectuosas. Estos pequeños y tiernos animalitos requieren espacio y un ambiente seguro, pero se adaptan bien a la vida doméstica con la supervisión adecuada.