En Florida, los avistamientos de caimanes, y también de cocodrilos, se volvieron cada vez más recurrentes debido a dos factores: el crecimiento urbano, que llevó a las personas a estar más cerca del agua, y la expansión de los hábitats naturales de estos reptiles.
Los caimanes habitan en los pantanos, lagos, ríos y otras fuentes de agua dulce de Florida. En específico, pueden encontrarse en los 67 condados del Estado del Sol. Aunque los ataques son raros, se recomienda a la población que mantenga la distancia y nunca intente alimentar a uno de estos animales, ya que esto puede alterar su comportamiento y hacerlos asociar a las personas con la comida.
Según la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, por sus siglas en inglés), si alguien ve un caimán que representa una amenaza debe llamar a la línea directa de Caimanes Problemáticos de la agencia al 866-392-4286. La entidad enviará a un cazador especializado para retirar al animal y prevenir riesgos para los residentes.
Para quienes viven en áreas donde se sabe que existen poblaciones de caimanes y cocodrilos, las autoridades aconsejan una serie de medidas para reducir el riesgo de encuentros:
El acto de alimentar a un caimán o un cocodrilo es ilegal y, además, peligroso. Cuando estos reptiles reciben comida de personas, pierden su instinto natural de evitar el contacto humano y pueden volverse más audaces al buscar alimentos cerca de áreas residenciales. Esta pérdida de precaución puede derivar en encuentros cercanos que pongan en peligro tanto a las personas como a los animales, en especial en zonas pobladas.
En caso de que un caimán aprenda a acercarse a las personas por comida, es probable que se convierta en un “caimán problemático” que deba ser retirado o, en casos extremos, sacrificado para preservar la seguridad pública.
A diferencia de los caimanes, los cocodrilos tienden a ser animales tímidos y reclusos, por lo que los conflictos con humanos son aún menos comunes. Sin embargo, ambos tipos de reptiles comparten ciertos comportamientos, como regular su temperatura corporal al asolearse y buscar alimento en función de la disponibilidad y cercanía de presas.
Para evitar encuentros inesperados, es importante recordar que los cocodrilos, al igual que los caimanes, pueden desplazarse rápidamente hacia el agua si se sienten amenazados, lo cual puede ser interpretado como un comportamiento agresivo, pero en realidad indica su deseo de huir.
Si bien la mayoría de los encuentros con estos reptiles resultan inofensivos cuando se toman precauciones, la educación y la conciencia son fundamentales para la convivencia con estas especies. La FWC realiza esfuerzos continuos para educar al público sobre la importancia de respetar la vida silvestre y mantener las prácticas adecuadas en torno a estos animales.