Roma, 25 oct (EFE).- La primera clínica veterinaria social de Italia ha abierto sus puertas en Roma, con el objetivo de atender de forma totalmente gratuita a las mascotas de las personas más vulnerables, desde quienes viven en la calle a los ancianos sin familia, y asegurar así «el derecho a la salud» también para los animales.
Esta novedosa iniciativa trata de garantizar una «salud única para la familia», explica a EFE Gianluca Felicetti, presidente de la asociación para los derechos de los animales LAV, una de las más destacadas de Italia y que gestiona el centro.
Un equipo de veterinarios atiende de forma totalmente gratuita a las mascotas «tanto a las personas sin hogar como aquellas que por razones de edad o por su propia economía no pueden asegurar la atención mínima a su animal», precisó Felicetti.
La clínica espera ayudar durante el primer año a unas 400 personas, suministrado medicamentos a sus animales, realizando visitas veterinarias y operaciones quirúrgicas de todo tipo que, si son demasiado complicadas, se derivan a una clínica privada especialista sin ningún coste para el dueño.
La instalación está totalmente equipada, cuenta con un quirófano, salas de consulta, un equipo de radio diagnóstico y hasta con un pequeño laboratorio para el análisis de sangre u orina, todo ello financiado «gracias a la generosidad de nuestros socios», aseguró el presidente de LAV.
El objetivo, si sus fondos se lo permiten, es extender está iniciativa a otras ciudades de Italia como a Nápoles (sur) o a Génova (noroeste).
La idea del proyecto nació durante el confinamiento por la pandemia en 2020 de la colaboración entre la comunidad de San Egidio, que ayudan a las personas en situaciones de vulnerabilidad, y LAV, que se encargó de las mascotas de estas familias, tanto de facilitarles la alimentación, como los medicamentos e incluso de pasear a lo perros de las personas mayores que lo necesitaban.
Desde entonces ambas asociaciones trabajan juntas y esa colaboración ha dado ahora como fruto la primera clínica veterinaria social en Italia, en Roma, totalmente gratuita y dirigida a las personas que ya son asistidas por la comunidad religiosa.
Las mascotas, bienes de lujo
«Esto debe convertirse en una exigencia pública por parte de las administraciones públicas que garanticen los servicios veterinarios sociales», reclamó Felicetti.
En Italia, los cuidados veterinarios y la alimentación para los animales tiene un IVA del 22 %, «como si fueran bienes de lujo que conllevan unos costes desorbitados, incluso para los perros y gatos que han sido adoptados que han reducido los gastos de las perreras públicas», denunció el presidente de LAV.
«En algunos municipios han comenzado a permitir el acceso» de las mascotas de las personas sin recursos «a las clínicas veterinarias, incluso privadas, devolviendo una parte de los gastos», señaló con esperanza Felicetti que puso de ejemplo a la región de Piamonte (norte).
Con este proyecto, la asociación espera también prevenir el abandono de los animales y asegurar que las familias en situación de fragilidad no tengan que dejar atrás sus mascotas. EFE
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