Treinta y cinco veces en 79 minutos lo aplaudieron al presidente Javier Milei los casi 2.500 invitados que asistieron a la celebración por 47° aniversario de la Fundación Mediterránea en Córdoba. Un corte a razón de poco más de 2 minutos para festejar al jefe de Estado, su programa económico -que es el más cercano al ideario histórico de la institución- y sus resultados.
Fue, por mucho, la convocatoria más grande que tuvo la Fundación en los últimos años. Cientos de jóvenes militantes libertarios se encargaron de hacerle el aguante a su líder, quien bromeó al inicio: «En pocos lugares juego tan de local como acá». Hace un año, ganó la segunda vuelta de las elecciones con un 74%.
Durante una hora y 20 minutos, Milei se expresó en tono mayoritariamente tranquilo -como viene haciéndolo durante las últimas semanas, excepto contadas ocasiones- y explicó las condiciones para la salida del cepo al dólar.
El mandatario solo interrumpió su tranquilidad para cargar contra el ex presidente Raúl Alfonsín, justo en el 41° aniversario de las elecciones de 1983 que consagraron la vuelta a la democracia, y lo acusó de ser culpable en 2001 del «golpe de Estado» contra Fernando De la Rúa junto a Eduardo Duhalde. Eso le valió críticas de los radicales presentes, como el diputado Rodrigo De Loredo, clave para darle votos a favor -y gobernabilidad- en el Congreso.
Inflación y pobreza
Milei aprovechó la situación para remarcar que la verdadera inflación que produce su programa económico, descontada la «inducida» por la variación mensual del tipo de cambio y de los precios en Estados Unidos, es de apenas 1% por mes o 13% anual, siempre según su curiosa interpretación.
«Si no lo quieren considerar un milagro, podemos atribuírselo a las fuerzas del cielo», dijo. El presidente también se enorgulleció de que ya habría bajado la pobreza unos 8 puntos porcentuales a 49%, desde el pico de 57% de principios de año. Y reiteró que su programa tiene como destino final la dolarización y el cierre del Banco Central (BCRA).
Pero antes de eso hará falta un largo camino. En los últimos meses Milei fue sumando a su discurso nuevas condiciones antes de ponerle fin al cepo.
- Que la inflación del programa es 0% (índice de precios general nominal de 2,5% descontada la variación inducida de 2,5%) y estable durante varios meses. Eso significaría que ya no habría más sobrante de dinero, pues la demanda de pesos estaría igualando a la oferta.
- Que se resuelvan los problemas de stocks, como la deuda del BCRA con multinacionales por dividendos atrapados en el cepo -entre 4.000 y 6.000 millones de dólares-. Así, se impedirían corridas.
- Que la base monetaria tradicional ($ 22,68 billones) sea igual a la base monetaria ampliada ($ 33,61 billones), como signo de que la economía se recupera y los agentes desarman sus depósitos en el sistema financiero para utilizarlos en otras actividades.
«Ese día vamos a abrir el cepo sin que haya sobresaltos, cuando no haya con qué ir contra el peso. Depende de las decisiones de los individuos, de ustedes», animó.