El reloj de la cuenta regresiva, ubicado en Union Square, en Nueva York, ahora marca menos de cinco años. Se trata de un conteo en reversa que se instaló en esta ciudad en 2020 y señala el tiempo límite que tiene la humanidad para revertir un fenómeno: el cambio climático.
Según las predicciones científicas, la humanidad tiene un tiempo límite para hacer que la temperatura del planeta Tierra se mantenga por debajo de los 1,5° centígrados y así evitar que se produzcan los efectos más adversos del cambio climático. Esa fecha estipulada es la que señala el reloj de la cuenta regresiva ubicado en Nueva York.
En septiembre de 2020, se instaló el reloj en Union Square, creado por los activistas climáticos Gan Golan y Andrew Boyd, la experta en arte Katie Peyton Hofstadter, el maestro tecnológico Adrian Carpenter y un equipo de apoyo que incluía a científicos. En el cuarto piso del edificio, el dispositivo indicaba que quedaban siete años y 102 días para hacer cambios drásticos en el consumo de combustibles fósiles.
El origen del dispositivo se remonta a una acción en 2009. El Deutsche Bank colocó un cartel con el Contador de Carbono a 21 metros sobre la Times Square de Nueva York. Luego, en 2015, el músico activista David Usher y el científico Damon Matthews comenzaron a alojar un reloj climático en línea en el Laboratorio de Impacto Humano de la Universidad Concordia.
“Inspirados por estos esfuerzos y también muy conscientes de que el mundo necesitaba un reloj climático que fuera más que un sitio web aislado o un experimento artístico, el equipo del Reloj Climático de Nueva York elaboró una ambiciosa propuesta de dispositivos sincronizados en todo el mundo”, se indica en la página oficial del proyecto.
¿En qué se basa la cuenta regresiva del reloj climático?
En 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) publicó el denominado “Informe Especial”, el primer intento de los científicos del clima de cuantificar un presupuesto global de carbono restante que podría mantener de manera factible el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.
Unos años más tarde, en 2021, el IPCC publicó un segundo informe en el cual incluía estimaciones actualizadas del presupuesto de carbono para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Este documento aseguraba que, a partir de 2020, los humanos podrían liberar 400 giga toneladas adicionales de carbono a la atmósfera y aún tendrían un 67% de posibilidades de limitar el calentamiento global.
Esto significa que el Reloj Climático muestra cuánto tiempo le queda a la humanidad hasta que se agote el presupuesto de carbono, dada la cantidad que se sigue emitiendo a nivel mundial.
El tiempo seguirá pasando hasta cero, momento en el que el presupuesto de carbono se agotará y podría haber efectos negativos en el medio ambiente. “Debemos tomar medidas para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero a cero lo antes posible dentro de este lapso de tiempo crítico para la acción”, agregan desde la organización.
El reloj de carbono supone una tasa media anual de 42,2 giga toneladas de emisiones de carbono para calcular el tiempo restante en el reloj. “Sin embargo, si las tasas de emisiones globales siguen aumentando, nuestro presupuesto de carbono se agotará aún más rápido”, señalaron. No obstante, aún hay esperanzas: “Si reducimos la tasa de emisiones globales de carbono, el tiempo del reloj hipotéticamente empezaría a aumentar”, concluyeron.
LA NACION