Milei sigue en alerta por el conflicto universitario y comparte con el gabinete su visión sobre el desempleo

El Presidente irrumpió en el grupo de WhatsApp de los ministros con gráficos sobre la recesión. Además, encargó una batería de encuestas para medir el impacto de la marcha estudiantil.

Luciana Geuna

El presidente Javier Milei en su presentación de la AynRandCon 2024, organizado por Ayn Rand Center Latin America (Foto: NA - Mariano Sánchez).

El presidente Javier Milei en su presentación de la AynRandCon 2024, organizado por Ayn Rand Center Latin America (Foto: NA – Mariano Sánchez).

Mientras leés esta columna, cientos de llamados, visitas domiciliarias y consultas online se están haciendo bajo una sola idea: medir el impacto que tiene el conflicto con las universidades en la imagen del Presidente. Determinar si en la radiografía de esa multitud que salió a marchar en defensa de la educación pública en toda la Argentina, hay un porcentaje consistente de jóvenes que empujaron la llegada de Javier Milei al poder. Saber si el resultado de este movimiento masivo en las calles fue, como le gusta decir al libertario, un juego de suma cero donde lo que él pierde se lo lleva otro o, como parece suceder en este momento, lo que él pierde, no se lo lleva nadie. Y eso abre, claro, otras preguntas que todavía no tienen respuesta.

Las consultas de los sondeos buscan otras definiciones también: ¿cuál es su evaluación de la Universidad Pública? ¿Cuál es su nivel de acuerdo o desacuerdo con que se ajusten las partidas presupuestarias? ¿Cuál es su opinión sobre auditarlas? Son inquietudes que el Presidente quiere conocer en detalle. La peligrosa tentación de insistir. A fines de esta semana todavía agradecían que en el escenario de los discursos del martes, no hubiese estado sola Piera Fernández, la estudiante que preside la FUA, sino toda la estructura gremial, además de rectores y referentes de organismos de derechos humanos.

Leé también: El gran acuerdo sobre la universidad que hay detrás de la trifulca: ni Milei ni las izquierdas quieren mejorar

En eso, el Gobierno comunica casta. El único palo que tuvieron de donde agarrarse. “Massa, Cristina, Lousteau, Yacobitti, la CGT, la CTA, el radicalismo cómplice, y todos los demás actores de la clase política que se oponen a cualquier cambio porque han sido los principales beneficiarios del antiguo régimen. No defienden la educación”, publicó Milei. Con Yacobitti hay un antecedente curioso. Santiago Caputo, el estratega del Gobierno, lo conoce más de cerca porque cuando estudiaba Ciencia Política en la UBA, formaba parte de “La cantera popular”, la corriente política joven que presidía el dirigente radical y que solía presentarse como contraparte de La Cámpora.

Multitudinaria marcha universitaria en el Congreso. (Foto: TN)

Multitudinaria marcha universitaria en el Congreso. (Foto: TN)

Este conflicto no terminó y el Gobierno, que no quiere ponerlo de nuevo en la conversación pública, tampoco está seguro de abandonarlo. La constante búsqueda de ser quien administra los dilemas, no quien los padece. El martes, mientras manejaba después de la marcha desde la Casa de Gobierno a su casa, un funcionario de altísima influencia presidencial, se preguntaba qué pasa si las encuestas avalan lo que ellos piensan.

Son apuntes que tendrán la próxima semana cuando lleguen los resultados propios y ajenos de los estudios lanzados -algunos antes y otros después- de esta gran movilización que el Gobierno soñó descomprimir, pero fracasó. El martes hay una reunión donde se verán las caras, las dos partes en pugna. Los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional y el secretario de Educación, Carlos Torrendell. La decisión de subirlo a esa mesa no tiene tanto que ver con el desempeño del subsecretario de política universitaria, sino con entregar algún gesto.

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El ministerio de Capital Humano sintió el cimbronazo de este conflicto con dos salidas de funcionarios que tienen menos que ver con la discusión presupuestaria que con cruzadas de Sandra Pettovello. Después de días de mucha tensión, fue ratificada con gestualidad indiscutible por el Presidente. Todos quieren pasar a otro tema.

Chats al gabinete

Con todo, Javier Milei mantiene su interés real en el mismo lugar de siempre: la macroeconomía. Se vio en la cadena nacional del lunes y se comprendió sobre todo, en su show de histrionismo en la cena de la Fundación Libertad. “Él fue a tirar con una mira telescópica a los economistas con posiciones divergentes con el Gobierno” -describe un ministro que asistió a la comida-. Y lo logró”. Resonaron en la noche las palabras del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, que también dio un discurso: “firme con las ideas, suave con las personas”, dijo mientras defendía el rol del Estado. “Daban ganas de importarlo a la Argentina”, se ríe un integrante del Gabinete de Milei.

Hubo algo de revancha en esa gala donde en años anteriores lo miraban como un outsider exótico y desorientado. Los resultados que mostró esta semana lo tienen envalentonado.

El presidente Javier Milei durante su mensaje por cadena nacional. (Foto NA/Captura)

El presidente Javier Milei durante su mensaje por cadena nacional. (Foto NA/Captura)

En el chat “Gabinete” que convoca a ministros, jefe de Gabinete, su hermana Karina, su asesor Santiago y a él mismo, sólo prosperan las conversaciones sobre Economía. Y en general sólo las buenas noticias. Ahí mandó ayer dos planillas comparativas sobre el tema que más conflictos está generando: el empleo.

Ya hay encuestas que muestran que la preocupación social por tener trabajo está superando a la inflación. En esos documentos sobre puestos de trabajo y remuneración, que compartió con su gabinete, dice lo siguiente: “El primer cuadro tiene las cifras del primer trimestre de la pandemia. En esa variación de febrero a abril del 2020, se consigna que en ese período la remuneración cayó en el sector privado 6,3% y 4,3% los empleos. En el sector público, subieron las contrataciones”.

El segundo cuadro corresponde al trimestre noviembre 2023 a febrero de 2024. Los resultados lo enorgullecieron: en el ámbito público la caída de ingresos (-16,8%) y puestos (-3,3%) es mayor al mundo privado. Lo acompañó de un mensaje que decía que la caída del empleo actual no era comparable a la pandemia. Parece prematuro el dato. La matriz de los trabajos se está deteriorando cada día.

Un gobernador “aliado” reconocía esta semana que estaba frustrado de alertar al ministro de Economía, Luis Caputo, sobre la preocupación que le genera la economía real cuando hace recorridas callejeras. Y que el aumento de tarifas está por provocar una tragedia. El directorio de un gran hotel, que bajó el 30% de su ocupación en el prime trimestre del año, hizo cuentas para ver cómo pagar la factura de electricidad y el resultado le dio que necesita tres días adicionales del hotel completamente lleno para poder pagarlas sin perder plata. “Caputo me responde con los éxitos de la macro”, se lamenta el Gobernador.

Pacto de Mayo sale o sale

Esta semana, debería ser un hecho la media sanción de la ley Bases y el paquete fiscal. El oficialismo concedió y acordó pero nadie se queda tranquilo hasta no tener votado el proyecto artículo por artículo. Si el requisito para la firma del Pacto de Mayo era tener la ley votada, lo que sigue es una carrera contra reloj. Pueden lograrlo, pero el Senado no parece tan fácil.

Leé también: Las contradicciones de Javier Milei: celebra la fuga de capitales, mientras hace de todo por impedirla

Sin embargo, la decisión es hacerlo igual. Esté quién esté. Ya está montado el operativo de infraestructura y de puesta en escena en Córdoba. Un acto que busca imprimir ese simbolismo fundacional donde el Presidente se siente más seguro, amparado por las ideas que diseña su asesor, Santiago Caputo.

Si nadie lo acompaña, será otra comunicación de pelea contra la casta, y si lo hacen, es posible que en vez de agradecerles la presencia a los gobernadores y demás invitados, les indique que le alegra que entiendan “el camino del bien”. Los dilemas del presente para toda la clase política.

Con Ariel se puede hablar

Mientras tanto, el operativo de aprobación del juez Ariel Lijo parece indetenible. Desde el peronismo, algunos dirigentes relevantes en los temas judiciales muestran los números: “El 93% de la gente ni siquiera sabe quién es Lijo”.

El juez federal Ariel Lijo es uno de los elegidos por el Gobierno para integrar la Corte Suprema (Foto: Gentileza Infobae).

El juez federal Ariel Lijo es uno de los elegidos por el Gobierno para integrar la Corte Suprema (Foto: Gentileza Infobae).

Y un exsenador que ya supo levantar la mano para aprobar pliegos de cortesanos desde la era de Néstor Kirchner reproduce una frase que circula con naturalidad en todos los ámbitos de poder para ratificar esa candidatura: “Con Ariel se puede hablar”.

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