Boca perdió contra Unión, sigue sin tener identidad, ve cada vez más chico el margen de error y el domingo jugará un clásico

Tras el auspicioso empate en el superclásico y la noche mágica de Edinson Cavani ante Belgrano, Boca volvió a detener su marcha, dejó una pálida imagen en Santa Fe y cerrará una nueva fecha de la Copa de la Liga fuera de los puestos de clasificación. El equipo dirigido por Diego Martínez no aprovechó el envión anímico de los últimos partidos y cayó justificadamente por 1 a 0 frente al conjunto preparado por Kily González.

El gol llegó a los 44 minutos del segundo tiempo, de cabeza, cuando Claudio Corvalán anticipó en un tiro de esquina al recientemente convocado a la selección argentina Nicolás Valentini. Boca sumó su tercer partido sin victorias como visitante (1-2 ante Lanús, 1-1 vs. River y 0-1 a manos de Unión), fue superado por el propio cuadro tatengue en la zona B y este domingo afrontará una “final” contra Racing en busca de los playoffs.

Nicolás Paz es apremiado por Miguel Merentiel; el delantero de Boca recibió poco la pelota y bajó a buscarla, pero sin éxito; el ataque xeneize tuvo escasa acción.Matías Pintos – LA NACIÓN

La pasó mal Boca en el 15 de Abril. Sobre todo, en la primera parte, en la que Unión asumió el protagonismo principal y generó las mejores situaciones para ponerse en ventaja. La más clara: un cabezazo de Franco Pardo desde la puerta del área chica que quemó las guantes de Sergio Romero. Un rato antes, Chiquito, de lo mejor de Boca en Santa Fe, había ganado un mano a mano frente a Bruno Pittón, tras una gran acción de Adrián Balboa y un exigido remate del ex jugador de San Lorenzo.

Boca no hacía pie y Unión mordía en todos los sectores del campo. Se imponía a partir del ímpetu y la intensidad de sus volantes, que recuperaban, rompían y llegaban a posición de gol; la fiereza para asfixiar a Boca en la salida y el sacrificio de Rocky Balboa para fajarse con los defensores centrales, liberar marcas y generar espacios en la zona de definición. El conjunto xeneize tenía poco la pelota, y tanto Edinson Cavani como Miguel Merentiel debían retroceder hasta el campo propio para hacerse de la pelota. Sin éxito.

Edinson Cavani contrastó su producción en Santa Fe con la del último domingo en La Bombonera; Diego Martínez sigue sin hallar el Boca que pretende.Matías Pintos – LA NACIÓN

Fanático de la serie Gambito de dama, Diego Martínez procuró acomodar las piezas en el entretiempo y evitar el jaque mate. Boca adelantó sus líneas, ajustó las marcas en el medio y mostró otra actitud, aunque en casi ningún tramo del partido consiguió adueñarse del desarrollo. Los ingresos de Lucas Janson, por Cavani, y Luca Langoni, por Jabes Saralegui, aportaron cierta frescura de tres cuartos de cancha hacia adelante, aunque tampoco generaron mucho.

A Boca le tomó 80 minutos rematar con peligro al arco de Nicolás Campisi. El que lo hizo fue Kevin Zenón –homenajeado antes del partido, como ex futbolista de Unión–, que recibió de Langoni y casi clava el balón en un ángulo desde larga distancia. Habría sido mucho premio para un Boca que, transcurrido 60% de la etapa regular de la Copa de la Liga, continúa lejos de su mejor versión. Lucas Blondel no aportó soluciones por la derecha y Lautaro Blanco, de lo mejorcito del equipo en los últimos encuentros, se mostró errático y sufrió problemas en la marca.

En el final, cuando tanto Boca como Unión parecían conformarse con el empate, una pelota parada terminó inclinando la balanza en favor del local, que, si bien había sido mejor a lo largo de los 90 minutos, desde hacía rato no inquietaba a Romero. Tras un tiro de esquina de Lucas Gamba, Corvalán se elevó en el área y le cambió el palo al arquero, que atinó sólo a mirar. Un resultado justo por lo hecho por los dos equipos.

Así, Boca dio un nuevo paso atrás en el certamen y, aunque continúa en carrera, no tendrá sencillo conseguir un lugar entre los cuatro mejores de su grupo. Una situación inesperada al comienzo de la temporada, no solamente por la calidad de sus jugadores sino también por la trascendencia que toma el torneo doméstico para el club en una temporada atípica, vacía de Copa Libertadores.

A diferencia de Kily González, que celebró la victoria como un jugador más y se atrevió a soñar con ganar el campeonato, Martínez vuelve a Buenos Aires con mucha tarea para el hogar. Más allá de que el DT decidió dar descanso a algunos titulares (Luis Advíncula, Nicolás Figal) y de que perdió una pieza clave, Ezequiel Fernández, por una lesión (desgarro que le demandará al menos 21 días de recuperación), el equipo sigue sin aparecer y el margen de error se achicar cada vez más.

Compacto de Unión 1 vs. Boca 0

El empate en la cancha de River y el triunfo (3-2) sobre Belgrano parecieron renovar el crédito del entrenador, que todavía no logró plasmar una idea de juego en el campo y comienza a ser mirado de reojo. Este domingo el cuadro azul y oro recibirá a Racing en un clásico que puede definir muchas cosas. Y luego se sucederán Estudiantes en La Plata y San Lorenzo en la Bombonera. El paso de Boca por Santa Fe dejó más dudas que certezas. A falta de cinco jornadas, el conjunto xeneize está fuera de todo y empieza a sacar cuentas.

La tabla lo muestra a dos puntos de Unión (el último de los clasificados) y uno debajo de Racing, su próximo rival. Pero aún deben jugar en esta fecha Newell’s (con el mismo puntaje que Boca) y Defensa y Justicia (un paso más atrás). El crédito comienza a acabarse. Pese al cambio de entrenadores, Boca sigue sin encontrar una identidad. Y a diferencia de lo que hacía en otros años, tampoco aparecen los resultados.

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