El titular de la Unión Industrial (UIA) Daniel Funes de Rioja, dijo que la elección de Javier Milei representó la «voluntad de cambio de la ciudadanía en su conjunto» y que el empresariado local «va a invertir» en la nueva etapa que se abre.
Funes fue uno de los voceros de la comitiva de 40 empresarios de la UIA, la Asociación Empresaria (AEA), el Grupo de los Seis (G6) y CAME en un encuentro en Roma con integrantes de la poderos Confederación General de la Industria italiana (Confindustria), que agrupa a casi 150.000 empresas.
El encuentro se desarrolló durante la mañana del martes en la sede de la entidad fabril italiana, en Roma, y fue encabezado por los cancilleres de los dos países, Antonio Tajani y Diana Mondino.
«Me tocó como representante de la UIA hablar como entidad equivalente a la anfitriona», dijo Funes de Rioja a Clarín, en una entrevista telefónica desde la capital de Italia. «Dije que estamos frente a un punto de inflexión, que la sociedad en su conjunto votó por un cambio, en busca de mayor inclusión, más trabajo y la reducción de la inflación».
Agregó: «El voto ciudadano ha confirmado la voluntad de cambio y la decisión del empresariado en su conjunto es la de invertir y crecer. Pedimos a nuestros colegas italianos inversiones, pero nosotros tenemos que invertir primero. Y esa voluntad la prueba el hecho de que en esta misión estamos todos, tanto la UIA como la AEA, el Grupo de los Seis, CAME y otras entidades».
El representante empresario enfatizó, sobre todo, el apoyo de esa entidades al rumbo que propone Milei. «Puede haber discusiones en el ámbito legislativo, pero es clara la dirección de cambio», dijo.
Durante el encuentro también expusieron Diego Aisa, gerente corporativo de la empresa italiana Mapei, y Carlos Ormachea, presidente de la petrolera Tecpetrol, del grupo Techint, quien planteó que el yacimiento de Vaca Muerta requiere de inversiones por unos 20.000 millones de dólares para alcanzar un potencial exportador de 30.000 millones de dólares al año hacia 2030.
«En Vaca Muerta hay nueve empresas dedicadas a la extracción y otras 30 que prestan servicios petroleros, pero además participan 1.500 pymes y hay por delante enormes desafíos para transformar el gas de ese yacimiento en productos para exportación, que requieren de inversiones. Esos desarrollos se pueden aplicar a la minería, la industria alimenticia o los servicios tecnológicos», agregó Funes.
La anfitriona del encuentro fue Bárbara Beltrame Giacomello, vicepresidenta de la Confindustria, con quien además iniciaron conversaciones para armar una misión de empresarios italianos a la Argentina para este año.
«La idea es que esa misión empresaria se concrete en cuestión de meses», dijo Funes. «Se abre una etapa que requiere de un profundo proceso de inversión y nuestra convocatoria a los empresarios de Italia fue que se sumen. Hay más de 300 empresas italianas en Argentina y más de 24.000 empresas ítalo-argentinas, según un relevamiento de la Fundación Observatorio Pyme de la UIA».
Uno de los temas fue la deuda comercial de las empresas argentinas con sus proveedores del exterior, incluidas no pocas firmas de Italia.
«Hoy necesitamos de financiamiento para maquinarias, para transferencia de tecnología, en particular dentro del sector industrial. El Ministerio de Economía marcó un camino para resolver esa deuda con la emisión de los bonos Bopreal. Entendemos que los dólares que inexorablemente van a venir en los próximos meses van a permitir a los empresarios locales asumir sus compromisos pendientes. Pero mientras tanto necesitamos financiación para el equipamiento que necesita la industria. Insistimos mucho en esa historia industrial común que tenemos con Italia», dijo Funes.