Es un ritual que mantengo desde 2015 cuando se publicó mi primer libro. Yo ya venía escribiendo, pero después lo empecé a hacer de manera constante, como una obligación y descubrí que era mi momento flow.
Era la oportunidad de expresar en papel lo que me pasaba y mis vivencias como entrenador, profesión que ejerzo desde hace 50 años. Descubrí que este ritual, más allá de entrenar, de tomar agua, de tener mi respiración y meditación como corresponde cada mañana, era la pata que me estaba faltando, por eso hablo de que mucha gente exitosa tiene su ritual matutino.
El estado flow, propuesto por Mihály Csíkszentmihályi, es cuando uno se sumerge completamente en una actividad, experimentando concentración y disfrute.
Para inducir el estado flow tenemos que buscar actividades desafiantes pero alcanzables, establecer metas claras, eliminar distracciones y asegurarnos de recibir retroalimentación inmediata. Encontrar el equilibrio entre habilidades y desafíos para facilitar la inmersión total en la tarea.
La práctica regular también me ayudó a desarrollar la capacidad de entrar en este estado. Cada día 4.30 AM estoy en mi escritorio trabajando y el tiempo me vuela. Esos rituales que hay que encontrar para algunos puede ser meditar o hacer ejercicio.
Para muchas personas, otra alternativa es escribir en un diario, aunque sea solo un par de páginas para plasmar sus pensamientos, miedos, anhelos. En estos casos, el punto no es la actividad sino la reflexión a manera de ritual. La idea es tomarse el tiempo de mirar hacia uno mismo y examinarse.
Los estoicos abogaban más por tomarse tiempo que por cualquier otra cosa. No sabemos si Marco Aurelio escribió sus Meditaciones en la mañana o la noche, pero sí sabemos que se reservó momentos de tiempo a solas y en silencio, y que escribió para él y nadie más.
Si se está pensando en dónde iniciar el ritual, no es mala idea seguir el ejemplo de Marco Aurelio o la lista de Epicteto.
Todos los días, a partir de hoy, es una buena recomendación hacerse las mismas preguntas complejas. Permitir que la filosofía y el esfuerzo guíen para encontrar mejores respuestas, una mañana a la vez, en el transcurso de la vida.