Las consultoras privadas prevén una desaceleración en la inflación de enero, que llevará el registro de ese mes al 20%. Si bien el índice sigue siendo muy alto, está 5,5 puntos porcentuales por debajo del nivel que había presentado en diciembre pasado el Indice de Precios al Consumidor (IPC).
Los analistas que viven en carne propia los embates de la economía argentina anticipan que hubo una baja en el mes que acaba de terminar. Pero el Fondo Monetario ve otra cosa: en el análisis del caso argentino, los funcionarios marcaron desde Washington que el índice rondará el 25%, en línea con diciembre
El relevamiento de precios minoristas de C&T para GBA arrojó un incremento de 19,6% en enero. En doce meses el aumento fue de 242,2%.
La inflación de enero estuvo condicionada por un elevado arrastre estadístico, de cerca de 9% después del 25,5% de diciembre. Pese a esto, para C&T, «la tendencia de desaceleración empezó la última semana de diciembre y se mantuvo a lo largo del mes de enero».
«El alza de los precios minoristas en enero estuvo liderada por esparcimiento, factor estacionalmente clave en todos los eneros, pero que este año tuvo una suba mayor, de 36,8%, debido al impacto del ajuste del tipo de cambio oficial y el alza general de precios», señalan desde C&T.
También pegaron los ajustes en el transporte público en el GBA, de más de 40%, y el alza de los combustibles.
En la desaceleración del IPC de enero fue clave el desempeño de Alimentos y Bebidas. Estos productos venían de una escalada que los hizo tocar el 31% en las dos últimas semanas de diciembre y en enero aumentaron 16,3%.
«La mayor desaceleración se dio en las verduras, que prácticamente no variaron entre enero y diciembre, seguido por las frutas, que promediaron un alza de 11,7% mensual», apuntaron. Por su parte, las carnes aumentaron 16,3% en enero, pero la evolución semanal muestra una importante desaceleración. Los lácteos y huevos treparon 24% y las bebidas 22% mensual.
También la consultora Orlando Ferreres y Asociados ve el registro de enero abajo del 20%. «La inflación de las primeras cuatro semanas de enero acumula 16,4% mensual. A este ritmo no parecería que llegue al 20%», apuntó el economista Fausto Spotorno.
La Fundación Libertad y Progreso anota en el IPC-LyP de enero un 19,4%. «Con esta variación, nuestro IPC se desaceleró 6,1 puntos porcentuales respecto al dato de diciembre que dio a conocer el INDEC», indicaron.
Lautaro Moschet, economista en la Fundación LyP señaló que “el IPC de enero deja un arrastre de 3,1 puntos para febrero, menos de la mitad que en diciembre y el más bajo desde octubre. Esto a su vez, favorecerá la desaceleración para el próximo mes, el cual proyectamos que, manteniendo la tendencia actual, se situará en torno al 14%”.
También para EcoGo, el Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) le da hasta la tercera semana de enero 19,3%.
Sin embargo, advierten que «en diciembre la diferencia entre el RPM y el INDEC fue de 3,5 puntos porcentuales. Es posible que en enero estemos abajo dado que el índice es promedio».
Para el ex ministro Domingo Cavallo también se está registrando una desaceleración. “La caída de los últimos 30 días fue muy acentuada. En la primera semana del mes estaba en el 35% para ubicarse en el 13% el 25 de enero. Teniendo en cuenta la magnitud de esta caída, es posible que, en los seis días siguientes al 25 de enero, la tasa mensual promedio se haya acercado al 20%”.
La percepción de las consultoras choca con la del Fondo Monetario, que espera una inflación del 25% para enero.
«Después de un salto inicial, se prevé que la inflación caiga gradualmente. La inflación alcanzó el 25,5 por ciento mensual en diciembre (frente a alrededor del 13 por ciento mensual en noviembre) y se proyecta que se mantendrá por encima del 25 por ciento mensual en enero, a medida que se eliminen los desajustes relativos de precios y otros controles de precios».
Hacia adelante, el Fondo anticipa que «se espera que a esto le siga un proceso de desinflación gradual, en el que la inflación mensual alcanzará niveles de un solo dígito durante el segundo trimestre de 2024, condicionado a la consecución de la supuesta consolidación fiscal, mejoras en el marco de política monetaria y una reducción de los márgenes de beneficio empresarial».
«Más allá de 2024, se prevé que la inflación anual (de fin de período) disminuya gradualmente desde alrededor del 150 por ciento este año a un solo dígito en los próximos cinco años, respaldada por políticas restrictivas continuas y una recuperación de la demanda de dinero desde niveles históricamente bajos», indica el organismo.