Un hombre de 55 años fue asesinado este lunes por noche a balazos por delincuentes que abrieron fuego al arribar a una gomería de Rosario y dejaron una nueva nota intimidatoria que, según testigos, estaba dirigida hacia el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
La víctima había llegado con su rodado para emparchar una goma y fue sorprendida por los criminales que estacionaron la moto y le dispararon en tres oportunidades, en el local ubicado en el cruce de boulevard Seguí e Iriondo, en la zona oeste de la ciudad.
Los homicidas se fugaron, pero antes dejaron un mensaje que, según indicaron medios locales, estaba dirigido hacia el gobernador Pullaro. El mismo comercio había sido baleado el pasado lunes 27 de noviembre, prácticamente a la misma hora.
Si bien el contenido del texto no trascendió, las autoridades confirmaron que el contenido era amenazante, en medio de la violencia que se vive en la ciudad con la lucha que quiere llevar adelante el Ejecutivo contra las bandas dedicadas al narcotráfico y al crimen organizado.
El hombre herido fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), pero murió en el camino.
La policía desplegó un gran operativo en la zona para dar con los criminales, en un barrio donde en noviembre pasado una nueva balacera terminó con una persona herida de gravedad.
En cuanto a las amenazas al gobernador Pullaro, es la quinta que recibe en una semana y la segunda de la jornada, debido a que este lunes encontraron una nota intimidatoria en la sede del Ministerio de Desarrollo Social y hubo otras tres días pasados: dos en escuelas públicas y una en un centro de salud del Barrio Ludueña.
Por su parte, el mandatario se refirió a las amenazas que recibe continuamente y aseguró que no bajará los brazos y que continuará luchando contra los criminales, así como también con quienes quieren mantener el desorden y el miedo en la ciudad.
«Desde que tomamos muchas medidas para controlar al crimen organizado, hubo una reacción directa desde los criminales hacia mi persona. Lo que más les molestó es que ordenemos las cárceles, poniendo a sicarios y narcos en pabellones especiales. Allí no pueden tener contacto con otra persona. Esto les molesta porque no pueden conducir sus organizaciones criminales», expresó el funcionario por TN.
Pullaro lamentó haber tenido que sacar por precaución a su familia de Rosario, pero afirmó que continuará «con determinación» tomando medidas para «lograr de a poco pacificar y llegar a tener valores de violencia tolerables para la sociedad».
«Entiendo que todo se irá normalizando, las organizaciones entenderán que el Estado los irá arrinconando. Tenemos que demostrar todo el tiempo que no les tenemos miedo y por primera vez, el que las hace en Santa Fe, las tiene que pagar», desafió el gobernador.
En la continuidad de las medidas contra los narcos, se inició también el derribo de búnkeres en distintos barrios y asentamientos de la periferia de Rosario que las bandas organizadas usan para la venta de drogas al menudeo.
ES