Una niña de 12 años murió ahogada luego de sumergirse en un arroyo de la localidad cordobesa de Cabalango, en el Valle de Punilla. Se trata de una nueva víctima de una lista que ya suma varias muertes esta temporada de verano en los ríos de la provincia mediterránea.
De acuerdo a los datos del sumario policial preliminar, la víctima era oriunda de la capital cordobesa y se había trasladado hasta el balneario turístico de Cabalango junto a su familia para pasar la tarde del domingo.
La niña, que se encontraba en el balneario sobre el cauce del arroyo Los Chorrillos, se sumergió en uno de los «piletones» que caracterizan a los cursos de agua cordobeses. Cuando un familiar advirtió que no salía a la superficie pidió ayuda y la menor pudo ser rescatada por un bañista, pero se constató que ya no tenía signos vitales.
De acuerdo a lo que informó el organismo de seguridad provincial, personal especializado del Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR) y de Bomberos le practicaron maniobras de reanimación a la menor pero sin éxito.
La nena había llegado a Cabalango junto a su familia para pasar el día. Foto: La Voz. A los efectos de determinar las circunstancias de lo ocurrido, el caso fue derivado a la Fiscalía de Instrucción de turno para su investigación.
Este verano ha sido particularmente trágico en los arroyos cordobeses, con varias personas ahogadas en el último mes.
El 17 de diciembre, los hermanos Ramón José Daniel (26) y Silvio Catriel Wagner (19) murieron ahogados en el balneario Posta del Remanso, en Nono, en el Valle de Traslasierra. Oriundos de Entre Ríos, los hermanos Wagner estaban en Córdoba por razones laborales.
El 29 de diciembre, en Mina Clavero, un hombre de 34 años que se había lanzado al agua en el balneario Los Elefantes para recuperar la ojota de una de sus hijas que había caído al río, quedó atrapado en una ventana natural formada entre las piedras y el agua y murió ahogado.
En este caso fue un hombre de 35 años y oriundo de la ciudad bonaerense de Avellaneda que se encontraba junto con su pareja en el balneario natural Nido del Águila, conocido por sus ollas profundas. El turista se arrojó en una de ellas y no volvió a salir a la superficie