La proporción de CEO que se muestran optimistas respecto de las perspectivas de crecimiento global pasó del 18% al 38% ante la caída de la volatilidad macroeconómica y de la inflación. Pero en el mediano plazo la tendencia se invierte: casi la mitad cree que sus empresas no serán viables en una década dada la aceleración de las presiones tecnológicas y climáticas.
En Argentina el 82% considera que sus empresas no crecerán y 56% se prepara para una caída del PBI en 2024, pero la tendencia se invierte para el mediano plazo: el 53% cree que volverá a crecer en el próximo trienio.
En el mundo, el 39% espera que la dotación de personal de su empresa aumente un 5% o más en 2024.
La confianza es débil: casi la mitad (45%) cree que sus empresas no serán viables en una década si no se reinventan – lo cual refleja un aumento respecto del 39% registrado en 2023.
Los CEO esperan recibir más presión en los próximos tres años de la experimentada en los últimos cinco años en relación con las mega tendencias tecnológicas y climáticas.
Cuatro de cada diez CEO afirman que aceptaron menores rendimientos por inversiones relacionadas con temas climáticos.
El 70% espera que la Inteligencia Artificial (“IA”) generativa cambie significativamente la manera en que sus empresas generan valor en los próximos tres años.
Así lo revela la 27a Encuesta Anual Global de CEO de PwC publicada hoy en el Foro Económico que acaba de arrancar en la villa alpina Suiza y a la que arribará Javier Milei mañana.
El sondeo fue realizado a 4.702 CEO de 105 países y territorios advierte que la proporción de ejecutivos que expresa preocupación por la viabilidad de sus empresas a largo plazo aumentó al 45% dada la aceleración de las presiones tecnológicas y climáticas.
Los CEO de la mayoría de las regiones del mundo también se muestran más optimistas respecto de las perspectivas de crecimiento económico de sus países. Sin embargo, los de América del Norte y Europa Occidental van contra la corriente. En Europa Occidental, el 32% espera que su economía nacional mejore y el 48 %, que empeore; en América del Norte, estas cifras alcanzan el 31% y el 52%, respectivamente.
Argentina, a contramano de la región y el mundo
La tendencia optimista es similar en los países de América latina (35% de respuestas positivas lideradas), salvo en Argentina, donde el 82% de los ejecutivos consultados sostuvo que sus empresas no crecerán en 2024, 56% se prepara para una caída del PIB y dos de cada 10 piensan que ese retroceso será significativo.
El pesimismo local se contrapone con el panorama en los países vecinos: en Brasil y Uruguay, el 55% y el 61% de los CEO, respectivamente, prevén crecimiento.
Sin embargo, los CEO argentinos mantienen buenas perspectivas para el futuro: un 53% piensa que volverá a crecer en los próximos tres años. Entre los encuestados de nuestro país, la inflación representa la mayor preocupación (61%), seguida por la volatilidad económica (53%) y los ciberataques (26%). Lejos quedan las cuestiones más estructurales, pero determinantes en el mediano y largo plazo como la crisis climática (12% de las respuestas), la desigualdad social (21%) o los conflictos geopolíticos (12%).
Miguel Urus, socio a cargo de PwC Argentina, expresó: «En el caso de Argentina la inflación representa la mayor preocupación para los CEO, seguida por la volatilidad macroeconómica y los ciberataques. Enfrentamos un escenario local de incertidumbre y vientos de cambio que condicionan nuestra hoja de ruta, y se deberá balancear los desafíos de la coyuntura local con las demandas de transformación de mediano y largo plazo: una agenda que exigirá una cuota extra de habilidad y foco a lo largo de 2024”.
Los obstáculos para el cambio, según los líderes argentinos
La encuesta también relevó a nivel global, regional y local las barreras que, según los ejecutivos, obstaculizan el crecimiento de sus empresas. En este sentido, para los empresarios argentinos, el principal obstáculo que enfrentan hoy es el entorno regulatorio (un 58% las ubicó en el primer lugar), seguidas de una inestabilidad en la cadena de suministro (30%) y luego las limitaciones de acceso a recursos financieros (28%). El peso otorgado por los ejecutivos argentinos a las regulaciones está por encima de la opinión regional, donde un 42% le otorga una importancia alta y de la global (36%). Menos importancia relativa adjudican los CEO locales a las trabas internas: la falta de especialización de los empleados solo fue mencionada por un 7% de los encuestados, burocracia interna por el 9% y apenas un 11% mencionó la falta de apoyo del directorio.
El imperativo de la reinvención
A medida que son más conscientes de las mega tendencias que enfrentan las empresas en todo el mundo, casi la mitad (45%) muestra preocupación respecto de la viabilidad de sus empresas más allá de la próxima década si no se reinventan – lo cual refleja un aumento respecto del 39% registrado en 2023. La encuesta indica principalmente que las empresas más pequeñas están en mayor riesgo: el 56% de los CEO que lideran empresas con ingresos anuales inferiores a US$100 millones cree que no serán viables en 10 años o menos si continúan por el mismo camino. Este porcentaje cae al 27% en el caso de las empresas que generan ingresos anuales de US$25.000 millones o más.
El 97% de los encuestados ha tomado medidas en los últimos cinco años para realizar cambios en su modelo de negocios, y el 76% indica que al menos una medida tomada tuvo un impacto significativo o muy significativo. A pesar de ello, se enfrentan a varios desafíos: el 64% considera que el entorno regulatorio limita su capacidad para reinventar su modelo de negocios, el 55% señala inquietudes operativas contrapuestas y el 52% hace referencia a la escasez de habilidades específicas de su fuerza laboral. También perciben ineficiencias significativas en diferentes actividades rutinarias de las empresas — desde reuniones para tomar decisiones hasta correos electrónicos — y consideran que aproximadamente el 40% del tiempo invertido en estas tareas es ineficiente.
Bob Moritz, CEO global de PwC, concluye: «Los datos recabados este año sugieren un nivel de incertidumbre alto entre los CEO en el futuro, pero ya están actuando. Están transformando sus modelos de negocios, invirtiendo en tecnología y sus colaboradores y gestionando los riesgos y las oportunidades que plantea la transición climática. Si las empresas pretenden prosperar a corto y largo plazo, generar confianza y brindar valor sostenible a largo plazo, deberán acelerar su ritmo de reinvención».