El regreso de Draymond Green a las canchas de la NBA es cuestión de horas. El ala-pivot de Golden State Warriors volverá a jugar después de una suspensión de 12 partidos y de casi un mes que, según reveló el jugador, estuvo a punto de ponerle fin a su carrera profesional en la NBA.
En el último episodio de su podcast The Draymond Green Show, publicado el lunes, el tetracampeón con los Warriors contó una charla que había mantenido con Adam Silver, comisionado de la NBA, luego de que la liga lo suspendiera por tiempo indefinido tras haber sido expulsado de un partido contra Phoenix Suns, el 12 de diciembre pasado, por haber golpeado a pivot bosnio Jusuf Nurkic.
“Le dije: ‘Adam, esto es demasiado para mí. Esto es demasiado. Todo se está volviendo demasiado para mí y me voy a retirar’. Y Adam me dijo: ‘Estás tomando una decisión muy precipitada y no te dejaré hacerlo”, reveló el jugador de 33 años, formado en la Universidad de Michigan State y con 11 temporadas de experiencia en la liga de básquetbol más competitiva del planeta.
Green aseguró que había tenido “una larga y excelente conversación” con Silver, que había resultado “muy útil” para él y que lo había ayudado a rever su idea de abandonar el deporte de alto rendimiento. “Estoy muy agradecido de jugar en una liga con un comisionado como él, que se preocupa más por ayudarte que por hacerte daño o castigarte. Se trata más de los jugadores”, reflexionó el basquetbolista.
Si bien se disculpó con Nurkic después de su expulsión en el partido ante los Suns (la segunda que sufrió esta temporada y la 18ª en su carrera) y argumentó que no había tenido intención de golpear a su adversario, Green debió asistir, por indicación de las autoridades de la NBA, a sesiones de asesoramiento para controlar sus ataques de ira. Pese a que la liga le levantó la suspensión el pasado sábado, el ala-pivot continúa participando de esas sesiones.
“Durante el período de su suspensión, que comenzó el 13 de diciembre y le hizo perderse 12 encuentros, Green completó pasos que demostraron su compromiso de ajustar su conducta a los estándares que se esperan de los jugadores de la NBA”, destacó Joe Dumars, vicepresidente ejecutivo de la liga a cargo de operaciones de básquetbol.
El interno de Golden State aseguró que estas semanas habían sido dolorosas y explicó cuál había sido el impacto que esta situación había tenido no solo en él, sino en su familia. “Tengo esposa, tengo hijos, tengo padres, tengo abuelos, hermanos, amigos a los que avergoncé y me duele. Mi mamá sufrió amenazas de muerte. Tengo dos hijos que están en edad escolar y tienen que ir a la escuela”, detalló.
Draymond Green también había sido expulsado en noviembre por una pelea con Rudy Gobert en un partido entre Golden State Warriors y Minnesota Timberwolves. Foto: Ezra Shaw / Getty Images via AFP.Green se reincorporó a los entrenamientos de su equipo el domingo y se prevé que podría volver a jugar el miércoles, cuando los Warriors reciban a New Orleans Pelicans en el Chase Center de San Francisco. Su regreso podría ser de gran utilidad para un conjunto que está teniendo una muy floja campaña: marcha 12° en la Conferencia Oeste con un magro récord de 17 victorias y 19 derrotas.
Si bien Golden State echó de menos a una de sus figuras, el entrenador Steve Kerr no se detuvo en el perjuicio que generó la ausencia de Green en estos 12 partidos, sino que prefirió hacer hincapié en la importancia de las sesiones de asesoramiento en las que participó el jugador durante su suspensión.
“Esto no fue un esguince de tobillo, no fue una rodilla torcida. Este es un tema con el que Draymond está tratando de obtener ayuda. Así que el espacio era importante para él y para nosotros”, resaltó Kerr la semana pasada.