El exvolante campeón del mundo dirige a la Selección del Bien, un proyecto solidario que ayuda a los que menos tienen en Porto Alegre.
06 de noviembre 2023, 21:42hs
Durante la pandemia fue noticia porque juntó 10 toneladas de alimentos para ayudar a sus compatriotas golpeados por la crisis sanitaria. En la cancha siempre fue un duro, tanto que hasta llegó a ser considerado el más “argentino” de los brasileños. Pero fuera de ella, es una persona muy sensible. Y, sobre todo, solidaria. Dunga tiene una nueva faceta: quien fuera una leyenda en la selección de Brasil reparte comida en las calles.
Nació el 31 de octubre de 1963 en Ijuí, del estado de Río Grande do Sul, con el nombre de Carlos Caetano Bledorn Verri. Surgido del Inter de Porto Alegre, pasó también por Corinthians, Santos y Vasco Da Gama hasta dar el salto a Europa. En Italia fue compañero de Gabriel Batistuta en la Fiorentina. Y ganó su único título como futbolista en el Jubilo Iwata de Japón. En la selección de Brasil fue campeón del mundo en 1994.
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El exvolante y DT de Brasil tiene un proyecto social llamado Selección del Bien y entrega alimentos a los carenciados en Porto Alegre. Durante la emergencia por el coronavirus, Dunga y otros voluntarios intensificaron su trabajo en el proyecto social creado por el exjugador, distribuyendo alimentos, canastas básicas y mascarillas a la población vulnerable de Rio Grande do Sul.
La nueva faceta de Dunga
En julio, el campeón del mundo fue sorprendido al ser reconocido por un indigente durante una entrega de alimentos y ropa a personas sin hogar, en Porto Alegre. “¡Eres Dunga! Fuiste campeón y jugaste en el Inter. Vaya, ¿recuerdas ese cabezazo que metiste y salvaste al Inter de la segunda división? ¿Y en Brasil lanzaste ese penal contra Italia en la final cuando ganamos la cuarta Copa del Mundo? Dame un abrazo”, dijo el anciano al reconocer al exentrenador de la selección brasileña.
Como tantas otras veces, Dunga había entregado chocolate caliente para ayudar a calentar la fría noche de Porto Alegre. Cuando esa persona lo reconoció se mostró visiblemente conmovido.
La solidaridad de Dunga se hizo notoria en la pandemia. Y después siguió con el trabajo para los necesitados. Fuente: Instagram @brenno.beretta
Acostumbrado a liderar a los jugadores dentro y fuera del campo, Dunga no se rindió cuando llegó la pandemia. Inquieto y molesto por los males sociales, un día, en una conversación con su hija Gabriela Verri, se le ocurrió una idea que llenaría el vacío que le había dejado el fútbol desde que dejó la selección brasileña.
“La Selección del Bien surgió durante la pandemia. Mientras todos hacían el reto del papel higiénico y los globos, mi hija dijo: ‘Ustedes ya tienen obra social aquí, ¿por qué no usan eso para ayudar a las personas necesitadas durante la pandemia?’ Luego, en una cena que tenemos todos los jueves con el grupo de fútbol, allá en Jardim Verde, se mejoró la idea y las acciones surgieron con naturalidad”, dijo el excapitán.
Así, Dunga reunió, además de a sus amigos del fútbol, a profesionales de distintos ámbitos. Como hizo en todos los proyectos en los que participó, no pide dinero y tampoco lo saca de su bolsillo para llevar a cabo sus acciones en la práctica. Utiliza su imagen, construida a lo largo de más de 20 años como jugador y otros 10 como entrenador, para atraer inversores sociales a sus proyectos.
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Dunga y su equipo hicieron cosas que no son comunes en el área social, como construir y renovar casas en comunidades necesitadas de Porto Alegre. Una de las personas de las que está más orgulloso nació en 2001, en el violento barrio de Restinga, donde viven más de 100 mil habitantes. Ese joven hoy estudia y trabaja, contó Dunga.
El brasileño también participa del Proyecto Esporte Clube Cidadão, un espacio que atiende a más de 200 niños después de la escuela. El proyecto también ofrece, además de apoyo escolar, clases de informática, talleres de arte y cocina y numerosos cursos profesionales para adolescentes y madres vulnerables de Pueblo gigantesco, situado en el extremo sur de la capital de Porto Alegre.
Exitoso en su carrera como futbolista y, en cierto modo también como entrenador, hoy, a los 60 años, Dunga recibe el mejor de los reconocimientos, el de la gente que recibe la ayuda de su solidaridad.