«Lo que más inquieta es que todo es normal», concluye David Guzmán, coordinador de SOS Desaparecidos en Andalucía, sobre la desaparición del joven cordobés Álvaro Prieto en Sevilla. El experto se refiere a aspectos como una «conducta familiar intachable», un excelente expediente académico y deportivo, una noche en una discoteca que «no es mala», unas circunstancias dentro de lo común y una zona «buena», en cuanto a que Kansas City, la avenida en la que se captó la última imagen del chico, es una de las principales arterias de la capital hispalense.
Además, se le perdió el rastro por la mañana, a una hora ya concurrida, aunque fuera festivo por el Día del Pilar. Álvaro Prieto debía coger un AVE a Córdoba alrededor de las 7.20 horas. Llegó tarde, perdió el tren y se quedó sin batería en el móvil. Como explica el último amigo que lo vio, con el que pasó la noche en una sala de fiesta, no llevaba dinero, pues pagaba con su smarthphone. Cinco minutos después de despedirse de él, cuenta, su teléfono ya no daba señal. El último mensaje que recibieron sus padres les avisaba de que se dirigía a la estación de Sevilla-Santa Justa.
Hasta allí llegó, pero jamás se subió al tren. Al quedarse sin posibilidad de viajar y sin móvil, trató de colarse en otro tren que hacía parada en Córdoba, donde reside. Lo intentó hasta dos veces, llegando a saltar por las vías. Sin embargo, los miembros de seguridad le invitaron a salir. La noche, además, como relata su amigo, transcurrió con normalidad.
La intención, volver a casa
Por eso mismo, cabe deducir que su único problema, comenta Guzmán, fue «que llegó tarde al tren», haciendo ver que, por su forma de actuar, el joven, de 18 años, tenía una clara intención: Volver a Córdoba. Pero entonces, algo se tuerce.
Álvaro Prieto fue grabado por las cámaras de seguridad saliendo de la estación ferroviaria de la capital andaluza y tomando la Avenida de Kansas City, paralela a la misma. Una persona, además, asegura haberlo visto en torno a las 10.30 horas en esa misma vía. Eso habría ocurrido tras los intentos fallidos de tomar algún tren, sin billete, con parada en Córdoba para regresar a casa. Ahí se le empieza a perder el rastro.
Llamadas de toda España
Agentes de la Policía Nacional, de la Policía Local y efectivos de Protección Civil han rastreado sin cesar -y sin éxito- el entorno de la estación. Otro equipo, el viernes, visionó las imágenes de seguridad que, si bien pueden ayudar a situar al chico, son un hilo limitado del que tirar puesto que, como explica Pedro Herranz, exjefe del grupo de desaparecidos de la Policía Nacional, pueden dar pistas hasta cierto punto. Principalmente, se utilizan imágenes de cámaras situadas en lugares públicos, como la propia estación, ya que los negocios privados no pueden tomar imágenes de la vía pública.
Por ese mismo motivo, resulta tan importante la colaboración ciudadana que se ha pedido. Y, en ese sentido, todo el país está volcado. Las redes sociales arden con la última hora y los teléfonos habilitados por SOS Desaparecidos no dejan de sonar. Han recibido llamadas de toda España.
Pero, de momento, la búsqueda, en la que colabora también la Guardia Civil, se centra en la ciudad de Sevilla y su provincia. La comarca del Aljarafe es una de las principales zonas de rastreo, puesto que varios testigos afirmaron haber visto a un joven que se podía corresponder con el desaparecido. También estaciones de autobús y tren.
Más de 48 horas
Bien sabido es que las primeras horas de una desaparición resultan cruciales para dar con pistas de la persona a la que se busca. El límite está en las 24 o, incluso, en las 48 horas. Ese primer día, como apunta Herranz, es crucial para conocer todo lo que rodea al desaparecido. Por eso, David Guzmán ha insistido en que se debe interponer una denuncia «en el momento que una persona consideramos que está ausente», sin necesidad de esperar 24 horas.
En el caso de Álvaro, la familia se trasladó ese mismo jueves en que se le perdió el rastro a Sevilla para poner en conocimiento de las autoridades estos hechos. Desde el primer momento, todos los cuerpos de seguridad, como establece el protocolo, se pusieron en marcha para tratar de esclarecer lo sucedido e indagar en cualquier pista que pudiera arrojar luz sobre el paradero del joven.
Como en cualquier desaparición, Pedro Herranz subraya que es importante no descartar ninguna hipótesis. Por su experiencia, puede afirmar que todos los casos resultan urgentes e inquietantes. En este, ya han pasado más de 48 horas, pero los esfuerzos de los investigadores no cesan. Guzmán asegura que están realizando una labor encomiable. Desde SOS Desaparecidos ponen todo su canal de información en disposición del objetivo de encontrar a Álvaro. Y, en la capital sevillana, miembros de Protección Civil y agentes trasladan la máxima información a centros universitarios, hospitales o servicios de urgencia.