Entre festejos y celebraciones por el triunfo, también hubo espacio para el producido por los estrenos. Lluís Tarrés fue uno de los nombres propios y singulares en el saldo de la victoria del Córdoba CF frente al Real Murcia en el Enrique Roca (1-3), en la que el meta catalá pudo debutar oficialmente con la primera plantilla blanquiverde tras un último tramo de encuentro marcado por la expulsión de Carlos Marín y la necesidad de echar el cerrojo a la jugosa renta en liza. «Ha sido una jugada muy compleja. Desde mi posición se ha visto cómo ha resuelto como ha podido y el árbitro ha pensado que era fuera del área, lo ha expulsado y me ha tocado salir a mí», señaló el meta tras sumar sus primeros minutos con la casaca cordobesista.
«Una situación límite»
Analizando su corta pero importante aportación, el hasta hace poco pupilo de Diego Caro reconoció haber ingresado en el terreno de juego durante una “situación límite”, aunque estimulado por la oportunidad que suponía: «Ha sido una situación límite, en el minuto 85, con mucha presión de la gente. Yo estaba tranquilo, he sabido demostrar lo que sé que puedo ofrecer al equipo y al final ha ido bien», admitió.
Como balance de la expulsión de Marín, además, la ecuación de la plantilla de referencia queda ahora únicamente con el de Blanes como efectivo bajo palos de cara a la próxima cita a domicilio ante el San Fernando, en la que la rotación en portería será obligada. «Me ha dicho que he estado bien, que he estado seguro. Que era una situación muy complicada pero que al final la hemos resuelto bien, gracias a la defensa y a todo el equipo, que ha sabido sufrir. Me voy muy contento de aquí de Murcia», señaló respecto a su intercambio de impresiones con Iván Ania, técnico blanquiverde, tras la cita en el Enrique Roca.
«Estoy preparado. Entreno todas las semanas sin saber lo que va a pasar el fin de semana. Estoy preparado para jugar. Sé que ahora me toca a mí y que lo voy a hacer bien seguro», declaró en torno a su potencial titularidad en lo venidero.