La edición 2023 del US Open, que abrirá la competencia de sus cuadros principales este lunes, pinta complicada para los argentinos. Y no solo por un sorteo que dejó a un par con partidos difíciles en la primera ronda y a otros frente a la posibilidad de cruzarse con rivales durísimos en las instancias siguientes. Es que la nueva Legión celeste y blanca, liderada por Francisco Cerúndolo, tuvo poca acción en los torneos de canchas duras que sirvieron de preparación para el Grand Slam estadounidense, con un balance no muy positivo, que levantó gracias a la coronación de Sebastián Báez en Winston Salem.
En los ATP 250 de Atlanta y Los Cabos, el 500 de Washington y los Masters 1000 de Toronto y Cincinnati dijeron presente tres de los ocho jugadores nacionales que disputarán el main draw de Nueva York y, entre todos, apenas sumaron un triunfo: el del mayor de los Cerúndolo en su debut en el torneo canadiense. Lo mejor llegó en la última parada previa a Flushing Meadows, el torneo de North Carolina donde Báez gritó campeón, Juan Manuel Cerúndolo alcanzó los cuartos y, gracias al aporte también de Facundo Díaz Acosta, se festejaron nueve victorias.
Las citas de cemento norteamericanas nunca fueron las preferidas de los argentinos, salvo algunas excepciones. Juan Martín Del Potro, por ejemplo, quien ganó 18 de sus 22 títulos en ese tipo de canchas, cuatro de ellos en ese tramo de la temporada, Los Angeles 2008, Washington 2008, 2009 y 2013 y el US Open hace 14 años.
Hasta la semana pasada, en los últimos diez años solo un representante nacional había logrado gritar campeón en los torneos previos al último Major del calendario, Diego Schwartzman, quien se coronó en Los Cabos en 2019 al superar en la final al estadounidense Taylor Fritz.
Esa edición del certamen mexicano había sido también la última vez, hasta este 2023, en la que dos argentinos habían alcanzado al menos los cuartos en una cita de esa gira de cemento. Es que el Peque había llegado a la instancia decisiva al vencer en semis a Guido Pella.
La racha negativa se cortó con las muy buenas actuaciones de Báez y el menor de los Cerúndolo en Winston Salem. El bonaerense, que venía de coronarse en el polvo de ladrillo de Kitzbuhel, levantó en ese certamen su cuarto trofeo al vencer en la final al checo Jiri Lehecka. Gracias a ese festejo, volvió a ser el segundo mejor argentino del ranking (31°).
Juanma, 88°, vivió su mejor semana de la temporada a nivel ATP. Hilvanó tres triunfos y llegó a cuartos, donde se despidió ante Borna Coric, máximo favorito. Tanto él como Báez consiguieron un hito importante en sus carreras: por primera vez se metieron entre los ocho mejores de un certamen jugado en canchas duras.
Díaz Acosta, 95° del ranking, también jugó ese torneo, el único que disputó de cara al «grande» de la Gran Manzana. Le ganó en primera ronda al francés Quentin Halys, 69°, pero se despidió en la siguiente ante el serbio Laslo Djere, cuarto favorito.
En las semanas previas, Francisco Cerúndolo, 20° y el argentino mejor rankeado de la actualidad, dijo presente en Toronto y Cincinnati. En el primero, superó en el debut al canadiense Alexis Galarneau, 192°, y fue eliminado por un inspirado Tommy Paul, 14°, quien luego bajó en cuartos a Carlos Alcaraz y perdió en semis con Jannik Sinner, finalmente campeón. Y en el segundo, el porteño de 25 años se despidió en la ronda inicial ante el serbio Dusan Lajovic, 66°.
Tomás Etcheverry, 34°, cerró sin festejos su preparación para su segundo US Open. El platense fue eliminado en la primera rueda del Masters canadiense por Sebastian Korda y en el de Estados Unidos por el español Alejandro Davidovich Fokina.
Schwartzman, que sigue peleando para recuperar las buenas sensaciones y su mejor nivel, sumó dos derrotas al hilo en Washington, ante Mackenzie McDonald, y Toronto, donde tuvo que jugar la qualy y fue eliminado luego por Paul.
Después, el Peque, 128°, no pudo superar la fase previa de Cincinnati y cortó una racha de siete años y 52 Masters 1000 seguidos jugando el main draw.
Los otros dos argentinos que entraron directamente al cuadro principal de Flushing Meadows no tuvieron acción en cemento.
Pedro Cachin se tomó unas semanas de descanso, tras una intensa gira europea en la que jugó Roland Garros (segunda ronda) y Wimbledon (primera) y conquistó su primer título ATP, sobre el polvo de ladrillo de Gstaad. También Pella paró durante algunas semanas, luego de jugar en julio Wimbledon (hizo tercera ronda), Hamburgo y Kitzbuhel.
El cordobés de 28 años, 73° del mundo, y el bahiense, hoy ubicado en el 182° lugar pero que entró al US Open con ranking protegido de 75°, volverán al circuito esta semana, sin ritmo de competencia en cemento.
Haciendo un balance, la nueva Legión cerró la preparación para el Grand Slam estadounidense con un récord de 10 triunfos y ocho derrotas. Aunque nueve de esas victorias llegaron en un mismo certamen, el último de la gira, y la mayoría (8) de la mano de solo dos jugadores.
Así, sin muchos resultados positivos y poca carga de partidos, será grande el desafío para los argentinos en Nueva York. Pero si de algo saben las raquetas albicelestes es de remar contra la corriente y sacar su mejor versión en los momentos más complicados. ¿Podrán dar alguna sorpresa en la última cita grande de la temporada?