El enfrentamiento entre las facciones de la barra de River, el domingo, en la previa del encuentro contra Argentinos Juniors en el Monumental, no fue un hecho aislado. Fuentes consultadas por Clarín coinciden en que pudo haber sido el primer episodio de varios en la lucha por el poder en la tribuna y el liderazgo de Los Borrachos del Tablón. Los 30 detenidos fueron liberadores este lunes, después de haber prestado declaración por el delito de «riña».
Los organismos de seguridad quedaron en estado de alerta. Y hay preocupación ante la chance de que en un futuro inmediato se produzcan nuevos choques, producto de probables “venganzas” de los grupos que hasta hace un tiempo comandaban los paraavalanchas de la Sívori y hoy están afuera de la cancha. La disputa, más allá de los negocios laterales -venta de merchandising trucho, puestos de comida y trapitos en las inmediaciones del estadio-, está íntimamente vinculada a saldar viejas -y no tanto- traiciones.
El grupo comandado por Alejando Medina, conocido como “Ale de Budge”, fue el que irrumpió en escena para ir a la caza de los líderes de la barra oficial, tal como se ve en los videos que se viralizaron por las redes sociales. Algunos integrantes de ese sector que inició la agresión terminaron heridos, entre ellos “Ale” y su hijo Brian, quienes se recuperaban en el hospital Pirovano. De hecho, la mayoría de los 30 detenidos correspondían a su banda. Secuestraron, además, una gran cantidad de armas blancas.
«Fuimos a apaciguar las cosas, a mostrar la bandera de Umma y nos cagaron a palos», afirmó «Ale de Budge» al salir del hospital Pirovano, cuando lo trasladaban al Ministerio Público Fiscal para declarar. Pareció una ironía de muy mal gusto. Umma es la nena asesinada la semana pasada en Lomas de Zamora, hija de un custodio de Patricia Bullrich.
Según fuentes de la investigación, el objetivo de la batalla, que se dio sobre la avenida Cantilo, a la altura del ingreso al Puente Labruna que comunica directamente al estadio, fue “pudrirla”. Buscan empatanarle el terreno a los que acaban de tomar el control de una barra que había quedado prácticamente acéfala de conducción. Hay quienes afirman que lo que sucedió este fin de semana se trató de un acto “kamikaze”.
Los de Budge formaban parte de la barra oficial hasta hace poco tiempo. «Ale de Budge» tuvo mucho poder en su momento en la tribuna de River y además oficiaba como custodio en los actos de Camioneros, el sindicato que manejan Hugo y Pablo Moyano. Manejaba el grupo de zona Sur de la barra, con muchas personas de Lomas de Zamora.
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La facción ‘disidente’ de Ingeniero Budge intentó emboscar a la ‘oficial’, pese al derecho de admisión.
A finales de 2018, antes de la final de la Copa Libertadores, allanaron su casa y secuestraron todos los carnets que tenían para ingresar al partido de vuelta, finalmente suspendido por la agresión al micro de Boca. Medina también estuvo preso en septiembre de 2019 y ahí empezó a tener diferencias con Héctor “Caverna” Godoy, ex líder, y con gran parte de la barra de River.
Ya con el enfrentamiento planteado, la situación explotó cuando en abril de 2022, la Policía de la Ciudad hizo una requisa y detuvo a 253 barras en las inmediaciones del Monumental, entre ellos a Godoy, casualmente también en la previa de un encuentro contra Argentinos Juniors.
Ahí cayó «Caverna», quien quedó detenido, aunque al poco tiempo recuperó la libertad. Y limó asperezas con “Ale”, quien ya estaba afuera, con derecho de admisión. A gran parte de su grupo, también le pusieron el cepo a la entrada, luego de que en junio del año pasado, ingresaran con carnets con otras identidades y se sacaran una foto en la tribuna Sívori, y fueran denunciados.
Con la tribuna despejada de líderes, los que aprovecharon para tomar el mando porque creían que era su momento fueron los hermanos Mauro, Leandro y Alexis Ferreras, de Beccar, antiguamente laderos de “Caverna” Godoy. Y el quiebre se produjo cuando hace más de un año, los hermanos decidieron aliarse a Ariel “Pato” Calvici, Hernán Taboada y Alejandro “Zapatero” Flores, quienes lideraban la facción disidente e iban a la Centenario Alta.
🇦🇷 Los Borrachos Del Tablon después del partido entre River y Argentinos Juniors
Está facción es la barra oficial, comandada por Mauro de Beccar y el Pato Ariel pic.twitter.com/yWmlYOTRgo
— 🥊𝕳 BARRAS DEL MUNDO ⚽🍺 (@Barras_LATAM) January 29, 2024 Los Ferreras monitorean desde afuera, ya que están incorporados a la base de datos de Tribuna Segura, en un trabajo conjunto del Ministerio y Comité (ahora a cargo de Juan Manuel Castrilli) de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires con la dirigencia que encabeza Jorge Brito, que procura mantener a los violentos lejos del Monumental.
El nuevo grupo armado, con viejos integrantes de la barra, empezó a tomar fuerza con su presencia mayoritaria en los partidos de Copa Argentina, de visitante en la Copa Libertadores, cuando River hizo de local en la cancha de Independiente ante Instituto o en los encuentros en el Interior por la Copa de la Liga, partidos en los que entraban todos, a diferencia de lo que sucede en el Monumental, donde los que tienen derecho de admisión, no ingresan.
De hecho, se mostraron en la final del Trofeo de Campeones contra Rosario Central en Santiago del Estero, junto a Exequiel Palacios, ex River, campeón del mundo con la Selección, quien fue a ver ese partido y entró con ellos al Madre de Ciudades.
Exequiel Palacios junto a los hermanos Ferreras, de Beccar, dos de los líderes de la barra de River, en el Madre de Ciudades.
Una continua lucha por el poder barra
Tanto los Ferreras como Calvici, Taboada y Flores formaron parte históricamente de Los Borrachos del Tablón. Incluso integraron la barra cuando lideraban los hermanos Alan y William Schlenker y Adrián Rousseau. Y tras la ruptura que se produjo, luego del asesinato de Gonzalo Acro, en 2007, ellos empezaron a escalar.
Después de que Rousseau dejó la barra, Martín Araujo, conocido como “Martín de Ramos” y “Caverna” Godoy tomaron el mando en la época en la que Daniel Passarella era presidente de la institución. Y empezaron las divisiones. Porque el “Zapatero”, histórico barra de los ’90, después de pelearse con Rousseau, quedó en la facción disidente. Y a él se sumaron Calvici y Taboada, distanciados de Araujo y Godoy.
Los Ferreras, de Beccar, quedaron junto a Godoy y fueron tomando más protagonismo, sobre todo después de que Araujo se alejó y “Caverna” asumió el pleno liderazgo de la barra.
Investigación a dos bandas
Al enfrentamiento del domingo, que detonó una nueva interna en Los Borrachos del Tablón, la fiscal Celsa Ramírez, de la Fiscalía Especializada en Eventos Masivos de la Ciudad, calificó el caso como “lesiones en riña”, le tomó declaración a los detenidos y cotejó antecedentes. Aquellos que los tengan quedarán tras las rejas. Les impusieron diferentes medidas restrictivas a los involucrados en la batalla de Cantilo, a quienes se les aplicará el derecho de admisión y no podrán ingresar a las canchas por cuatro años. Por otro lado, se abrió una causa para investigar el accionar de la Policía de la Ciudad en el operativo de seguridad.
Mientras tanto, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsa la ley de Reiterancia con el objetivo de hacer más severas las penas contra los delincuentes -y barras- que reincidan en cometer ilícitos. Y está alerta, al igual que los organismos de Seguridad, para que la interna de Los Borrachos del Tablón no se transforme en una escalada sangrienta de violencia como sucedió en otros tiempos.