Las modas de baile social del último siglo: cuando Africa enseñó a bailar a Occidente

Resulta vertiginoso pensar cuántas modas de baile social vio pasar el último siglo: charleston, shimmy, lindy-hop, mambo, rumba, rock and roll, twist, swing, tecno y mucho, mucho más.

Hacia fines del siglo XIX las antiguas danzas de parejas, como el vals, la polka o la mazurka, habían empezado a abandonar las pistas de baile y estos lugares fueron ocupados por formas nuevas de rápido ascenso y en algunos casos, de bastante rápida extinción.

Pero es preciso llamar la atención sobre un asunto: toda esta sucesión de nuevas danzas que hicieron que la gente saltara, se sacudiera, se retorciera, se contoneara, se deslizara, se agitara, se frotara y se zarandeara en todo el hemisferio occidental, todas ellas tienen un único origen: el África negra.

Las danzas tradicionales africanas son el punto de partida de las innumerables variantes nacidas en Estados Unidos durante el último siglo. Foto: AFPLas danzas tradicionales africanas son el punto de partida de las innumerables variantes nacidas en Estados Unidos durante el último siglo. Foto: AFPDe esta madre generosa nacieron innumerables variantes, alegremente adoptadas en salones de baile y clubes nocturnos de Estados Unidos primero, luego Europa y finalmente la aldea global.

Un poco de historia

Para decirlo con más precisión: ciertos elementos básicos de las danzas del África central y occidental se fusionaron con elementos de los bailes sociales europeos dando lugar a nuevas variantes.

Una variante de la danza afroamericana en 1980, según una exposicion de cultura afroamericana, Una variante de la danza afroamericana en 1980, según una exposicion de cultura afroamericana, «Jubilee, the emergence of african american culture». Foto: AP¿Por qué nacieron mayoritariamente en Estados Unidos? Hay que recordar que millones de individuos africanos habían sido capturados en sus lugares de origen y llevados como esclavos a los Estados Unidos donde sus amos los privaron de todo aquello que pudiera ayudarlos a resistir: el uso de los tambores y sus danzas nativas, que tenían fundamentalmente propósitos rituales.

Sin embargo, estos esclavos se las arreglaron para conservar sus modos de expresión pero transformados ya en entretenimientos; la idea de “entretenimiento” es clave para definir el baile social en Occidente: se trata de encuentros colectivos, en los ámbitos más variados, para divertirse y pasarla bien.

En la tradición africana, en cambio, ese concepto no existe: se baila para propiciar cosechas o una buena caza, para invocar la lluvia o la fertilidad o para alentar a los guerreros.

Como fuera, los esclavos negros tenían permitido reunirse en las plantaciones de algodón los sábados a la noche, y los bailes, que se acompañaban con violines, banjos o pandereta, se sostenían en la improvisación como elemento sustancial de las tradiciones africanas.

Por el contrario, las danzas europeas consistían en pasos fijos que se repetían en un cierto orden.

El tradicional baile austríaco, el vals, en todo su esplendor. Foto: APEl tradicional baile austríaco, el vals, en todo su esplendor. Foto: APOtra diferencia: los bailes sociales de Occidente asignaban un rol predominante a la pareja hombre-mujer. El foco de las danzas africanas era el grupo, del que se desprendían uno por uno solistas que improvisaban.

El cakewalk

El cakewalk fue la primera danza estadounidense que cruzó desde la sociedad negra hacia la blanca y que pasó del escenario a la pista de baile. Primero fueron bailes festivos que sucedían en la época de la cosecha del algodón y consistían en verdaderas competencias por mostrar las variaciones más fantasiosas. El premio era un pastel donado por los amos (de ahí el nombre, “paso de pastel”).

El cakewalk formó parte luego de un tipo de espectáculos muy populares, los minstrels, y más tarde se expandió como forma de baile social, que ganó pronto mucho prestigio. El millonario William Vanderbilt y su esposa contrataron a un instructor negro para que les diera lecciones de cakewalk en su fabulosa mansión de la 5° Avenida de Nueva York.

Para la mayoría de los aficionados el cakewalk era una actividad agotadora, pero con él se inauguró una serie de bailes menos exigentes pero igualmente exóticos. Fueron los llamados “bailes de animales” que tenían nombres muy curiosos: “el trote del pavo”, “el oso pardo”, “el pollo que escarba”, “el abrazo del conejito” y “la zambullida del canguro”.

El “trote del pavo” sacudió todos los niveles de la sociedad. Muchos comités de moral desaprobaron que las muchachas obreras practicaran el uso libre de la improvisación que estas danzas impulsaban.

Un baño de elegancia

En 1914 el matrimonio formado por Irene y Vernon Castle (existe una película de 1939 en la que esta pareja está interpretada por Fred Astaire y Ginger Rogers) abrió una escuela de baile en Nueva York para refinar aquellas danzas descontroladas y transformarlas en algo elegante y de buen gusto.

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La dupla memorable de los bailes cinematográficos

Decían a sus alumnos: “No meneen los hombros. No sacudan las caderas. No retuerzan el cuerpo. No agiten los codos. No salten, deslícense. Dejen de lado los ‘bailes animales’”.

Pero hacia 1920 las danzas afroamericanas como el charleston y el shimmy contaban con un número tan grande de entusiastas que ninguna recomendación podía frenarlos, sino más bien lo contrario.

Lindy-hop: padre del rock and roll

En 1926 surgió en el barrio de Harlem el lindy-hop, un baile de parejas, altamente competitivo y muy acrobático, que se concentró en un salón llamado Savoy; desde su inauguración fue racialmente integrado.

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En los años ’50, con el creador de Rock alrededor del reloj.

El lindy-hop era tan enérgico que el piso de madera del Savoy debía cambiarse cada tres años. Las parejas, una por vez, bailaban unidas por las manos y por momentos se separaban; sus improvisaciones eran verdaderas proezas (en YouTube pueden encontrarse filmaciones originales), hechas como si no les costara ningún esfuerzo.

Luego la fama del lindy-hop se desvanece pero a comienzos de la década de 1950 surge un heredero con los mismos genes: el rock and roll.

Nacen los bailes individuales

En las últimas décadas del siglo XX se afirma una nueva variante: la danza social individual que nace con el twist. La canción The Twist, interpretada por el luego popularísimo Chubby Checker, había desatado en 1960 una verdadera fiebre transcontinental.

Bailarines del rock and roll, la danza que surgió con la música de los años '50.Bailarines del rock and roll, la danza que surgió con la música de los años ’50.El twist (del verbo “to twist”, en inglés “retorcer”) era un baile de parejas que no se unían en ningún momento. Era muy fácil de hacer y abrió el camino a otras formas en las que se impuso la acción individual.

John Travolta y Karen Lynn Gorney en John Travolta y Karen Lynn Gorney en «Fiebre de sábado por la noche», que retrató el baile de la música disco.El baile social de discotecas y boliches de las últimas décadas, y hasta hoy, se sostiene en el principio de una multitud de acciones individuales: todos bailan con todos; o quizás, nadie baila con nadie.

Una vista de las legendarias fiestas electrónicas Creamfields, en Buenos Aires durante los años '90.Una vista de las legendarias fiestas electrónicas Creamfields, en Buenos Aires durante los años ’90.Sin embargo, sobreviven con mucha fuerza y en una escala planetaria otras expresiones -muy diferentes entre sí- sostenidas en el baile de la pareja unida: el swing, la salsa, nuestro tango.

Pero ésta ya es otra historia.

POS

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