Tienen entre 25 y 45 años, generalmente monógamas, que tienen un trabajo estable y optan por no tener descendencia. Por qué se elige cada vez más este modelo.
12 de enero 2024, 05:48hs
No es novedad que los modelos de familia cambian con el correr de los años. De un tiempo a esta parte, el mandato tradicional de casarse y tener hijos como único objetivo en la vida comenzó a desmoronarse y fueron las nuevas generaciones las que emprendieron el camino de naturalizar los nuevos vínculos y entablar diferentes prioridades, como crecer en el ámbito laboral o destinar más tiempo al ocio.
Este quiebre liberador llegó para dar lugar a que cada relación elija cómo proyectar su futuro sin estar atado a una imposición social. En ese contexto, surgió el fenómeno de las parejas “DINK” que fue creciendo en el mundo y que es cada vez es más común en la Argentina. Pero, ¿qué significa y por qué este modelo está en expansión entre los millenials?
Leé también: Una nena festejó el fin de la quimio y el video se hizo viral: “Una reina, con los pelos locos creciendo”
El término DINK aparece por primera vez en la década de los 80, aunque tomó más popularidad en los 2000, y responde a sus siglas en inglés “Dual income, no kids”, es decir, doble ingreso y sin hijos. Se trata de parejas compuestas por personas de entre 25 y 45 años, generalmente monógamas, que tienen un trabajo estable y optan por no tener descendencia.
“Su calidad de vida tiende a ser un tanto más elevado a que la media y privilegian el vínculo de pareja, el desarrollo de la carrera profesional, los vínculos amicales y sobre todo los espacios individuales”, explicó a TN Noelia Benedetto, licenciada en Psicología y sexóloga con perspectiva de género.
Esto se refleja en los argumentos que mencionaron las parejas consultadas por este medio: “Nos interesa focalizarnos en nuestras carreras, en nuestros trabajos y el poder dedicarnos a nosotros mismos”. También se ve plasmado en los datos duros: la tasa de fecundidad en la Argentina se redujo un 34% entre 2014 y 2020.
En ese sentido, Benedetto puntualizó que estas relaciones priorizan “la estabilidad financiera y la libertad de no tener a nadie que dependa de ellos”. “Poder trabajar el tiempo que quieran, donde quieran. En algunos casos, suelen vivir un tiempo en un lugar y luego en otro. Pero sobre todo ocuparse sus espacios de ocio, viajar y gastar en lo que deseen”, agregó.
Qué características tienen las parejas “DINK”
Según Benedetto, que también es terapeuta de parejas y no monogamias consensuadas, hay algunas características que se repiten en todas las parejas “DINK”:
Tienen título universitario y tienen la posibilidad de hacer maestrías o doctorados, es decir, tienen carreras profesionales en seguimiento.Cuentan con un nivel socioeconómico medio, medio-alto y alto.Tienen un deseo y una convicción de independencia y libertad innegociable.Además, presentan una decisión de privilegiar su tiempo y su espacio, que se traducen en altas aspiraciones tanto para proyectos personales como para profesionalesAlgunas parejas manifiestan que tienen poco o nulo afecto por las infancias. Aquí hay que hacer una salvedad porque hay personas a las que no les agradan los niños y otras a las que en realidad sí les agradan, pero no quisieran tener un rol de cuidados permanente con otras personas. Entonces suelen ser grandes tíos/tías, pero no quieren ejercer la paternidad o la maternidad.A su vez, también hay vínculos que directamente deciden no ejercer una acción reproductiva justamente por los problemas sociales, educacionales y ambientales que representa la vida en el planeta.Leé también: Desde una vida más tranquila a cuestiones económicas, crece la voz de los hombres que no quieren ser papás
Parejas “DINK”, en primera persona
Sol tiene 27 años y Cristian, 30. Están juntos hace 11 años y convive hace más de 3. Al principio, ambos pensaron en tener hijos a temprana edad, pero hubo un click que los llevó a cambiar de idea.
“Cuando teníamos 20 pensábamos en tenerlos en un corto tiempo y después empezamos a ver que estábamos muy bien solos. Tengo ocho sobrinos y pudimos ver de cerca el cuidado, tiempo, responsabilidad y dinero que lleva traer un hijo al mundo y por el momento priorizamos poder seguir teniendo el estilo de vida que llevamos y nuestros momentos solos”, cuenta Sol.
En ese sentido, remarcó: “Estamos muy felices así como pareja y a la vez tenemos una independencia enorme como personas individuales que no queremos perder. Es una responsabilidad para toda la vida y si bien dicen que es algo hermoso, también conlleva riesgos, preocupaciones y muchas actividades”.